Gracias a esta diferencia entre lo que subieron sus pensiones y lo que lo han hecho los precios, los más de ocho millones de pensionistas españoles han ganado este año entre 1,7 y 6 puntos de poder adquisitivo, según lso cálculos del Ministerio de Trabajo.
Este incremento del poder de compra de los pensionistas se debe a que sus prestaciones han subido este año un 2% para el conjunto de las pensiones contributivas y entre un 3 y un 7,26% para los 2,6 millones de pensionistas que perciben complementos de mínimos.
Según Trabajo, los pensionistas obtienen así una ganancia de unos 1.360 millones de euros, puesto que, de acuerdo con las estimaciones de la Seguridad Social, cada décima de inflación supone un desembolso de unos 80 millones, por lo que las 17 décimas de diferencia entre el IPC de noviembre y el 2% de previsión oficial de inflación suponen esos 1.360 millones.
El sistema de Seguridad Social español establece el abono de las pensiones en 14 pagas al año y prevé una compensación en caso de que la inflación interanual de noviembre supere la estimación oficial.
El año pasado, por ejemplo, el departamento dirigido por Celestino Corbacho destinó un total de 635,32 millones a compensar a los pensionistas por la desviación de los precios en noviembre, que se fijó en el 2,4% en tasa interanual.
Este año ha sido el primero desde 1998 en el que el IPC de noviembre se ha situado por debajo del 2%, pues en la última década se ha mantenido por encima de este nivel, llegando a incluso a alcanzar cifras superiores al 4%.