La compañía argumenta que la votación fue «defectuosa» ya que, según denunció, «un número significativo» de las papeletas fueron enviadas a personal que ya no trabaja en la compañía aérea.
El 80% de los TCP participaron en la consulta, unos 12.000, y el 92,5% respaldó la huelga.
BA pretende conseguir una orden judicial que bloquee la huelga, que según algunos analistas podría suponer para la aerolínea unas pérdidas de hasta unos 33,6 millones de euros de seguir adelante, informó este miércoles el rotativo de economía y finanzas, The Financial Times.
Pese a emprender acciones legales, la dirección de BA y Unite se reunieron este miércoles en un intento por evitar la huelga, convocada del 21 de diciembre al 2 de enero, después de que ofreciera al sindicato sentarse a la mesa «sin condiciones previas» para desbloquear una huelga que podría afectar a un millón de pasajeros.
Los secretarios generales de Unite, Derek Simpson y Tony Woodley, confían en encontrar una salida al conflicto en asuntos como el recorte de empleos, los salarios y las condiciones laborales de los tripulantes de cabina.
Entre las medidas anunciadas por BA se incluye el despido de 1.000 empleados del colectivo a través de bajas voluntarias y la reducción a la mitad de la jornada para 3.000 trabajadores.
No obstante, propone subidas salarias para los TCP del 2,7% para este año y una congelación salarial en 2010.
BA, que ha alcanzado un acuerdo para su fusión con Iberia, acumula unas pérdidas netas de unos 325 millones de euros en el primer semestre del año, frente a los beneficios de 58 millones de euros que contabilizó en el mismo periodo de 2008.