En este sentido, la patronal bancaria ve «urgente» respaldar las medidas de impulso de la demanda con reformas estructurales destinadas a ampliar el uso y la eficiencia de los factores de producción para incrementar el potencial efectivo de crecimiento y creación de empleo.
Por eso, aunque la AEB coincide con el Gobierno en que la economía española podría crecer a finales de este año o principios del próximo, señala que es «poco probable» que la creación neta de empleo pueda alcanzarse hasta ya avanzado el 2010 y que el paro se reduzca antes del 2011.
Lo realmente relevante, explica el informe, no es a partir de qué momento la economía recuperará tasas positivas, sino más bien «la calidad, intensidad y sostenibilidad» a más largo plazo de ese crecimiento.
La asociación que preside Miguel Martín recuerda también que las últimas previsiones de la OCDE para la zona del euro elevan al 1,9% el avance del Producto Interior Bruto de la región en el 2010 y al 2,6% para finales del 2011.
Como creen buena parte de los expertos, esto facilitará el desenvolvimiento de la economía española, que se vería beneficiada por una mayor demanda de exportación y de sus efectos inducidos.
Sin embargo, la AEB advierte de que el elevado índice de paro, el exceso de capacidad productiva instalada, la previsible tendencia de familias y empresas a reducir su endeudamiento, junto con la sobreoferta de viviendas, acotan el crecimiento del consumo privado y de la formación bruta de capital, tanto en equipo como en residencial.
Aunque la patronal de banca no duda de que la adopción de medidas fiscales y de amplios programas de gasto público ha atenuado el impacto de la crisis, señala que ello ha supuesto un acusado deterioro de las cuentas públicas.
Por eso considera que prácticamente se ha agotado el margen de actuación discrecional y será necesario corregir el excesivo déficit del sector público dentro de los límites del 3% del PIB que exige el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea.