Con cerca de 150 obras, entre pinturas y dibujos, el museo berlinés llevará a la capital alemana la personalidad social, política e íntima de la artista (1907-1954), exponente del arte latinoamericano durante la primera mitad del siglo XX. «Frida Kahlo. Retrospectiva», que tras su paso por Berlín se exhibirá en el Kunstforum de Viena, incluirá además piezas de museos mexicanos y estadounidenses y de otras colecciones europeas.
La comisaria de la exposición Helga Prignitz-Poda explicó este viernes en un encuentro previo con la prensa que el museo ha conseguido reunir para la exposición obras de las dos principales colecciones privadas que existen sobre Kahlo, Olmedo y Gelman, ambas en México.
«La búsqueda de obras de la artista ha durado más de tres años. Algunas están cedidas por museos y otras las hemos encontrados en sótanos y buhardillas, prácticamente. Estamos en posición de mostrar obras muy bellas. No sólo las más famosas sino también otras desconocidas», agregó.
El director del museo, Gereon Sievernich, aludió a las dificultades que ha supuesto traer a Berlín «la mayor retrospectiva exhibida nunca en Europa» sobre la mexicana, dado que sus obras son patrimonio nacional y sólo pueden salir de México con autorización expresa del Gobierno. El representante de la embajada de México en Berlín, Miguel Ángel Padilla, destacó que la muestra sobre Ka hlo coincidirá este verano en el Martin-Gropius-Bau con otra muestra dedicada a «Teotihuacan – La misteriosa ciudad mexicana de las pirámides», del 1 de julio al 10 de octubre.
Un años especial para los mexicanos
«2010 es un año especial para los mexicanos porque se celebra el bicentenario de la independencia y el centenario de la revolución mexicana. Estas celebraciones nos dan la oportunidad de mirar atrás y reflexionar», apuntó. Las dos exposiciones del Martin-Gropius-Bau permiten, según dijo, «mostrar el México que tanto amamos» y «crear puentes con el resto mundo».
Prignitz-Poda explicó que entre los 60 cuadros y 90 dibujos que se exhibirán en Berlín «hay varios inéditos» en Europa y expresó su deseo de poder «introducir al espectador en los miedos y los anhelos» de la artista, cuyas obras estudia desde hace treinta años. «Aún seguimos a la caza de alguna obra más. Hay dos vías de negociación que no se han cerrado todavía», agregó Sievernich quien explicó que, durante el tiempo que dure la retrospectiva, el museo suspenderá su jornada de descanso de los martes, para favorecer una mayor afluencia de público.
El museo berlinés repasará la trayectoria de Kahlo -de la Nueva Objetividad y el estridentismo mexicano hasta el surrealismo- y abordará la inclinación de la pintora por el ex-voto de pequeño formato que, según el museo, confirió «expresión» a las «ansias de juventud, salud, independencia y plenitud» de la artista. Las obras de la mexicana serán complementadas con una extensa muestra fotográfica que documentará la faceta biográfica de Kahlo, compuesta por imágenes de su familia y de sus amigos, proporcionadas por la comisaria Cristina Kahlo, sobrina nieta de la artista.
A consecuencia de un accidente de autobús en su juventud, Kahlo padeció durante toda su vida intensos dolores que la obligaron a someterse a repetidas operaciones. Según el museo, ese profundo malestar físico marcó su obra, así como su amistad con el revolucionario soviético León Trotsky y el poeta francés André Breton, y su matrimonio con el muralista mexicano Diego Rivera. El arte antiguo mexicano, los aztecas y los mayas también compartieron espacio en particular universo interior de Kahlo, que en los años treinta exhibió en Nueva York y París y que obtuvo el Premio Nacional de Arte de México.