El funeral del diseñador británico, fallecido a los 40 años, se celebró dos semanas después de su suicidio, en una ceremonia a la que asistieron casi dos centenares de personas.
La artista Daphne Guinness, heredera además de la compañía cervecera que lleva su apellido, fue una de las más audaces a la hora de elegir atuendo y llamó la atención por ir ataviada con velo, unos zapatos de plataforma de la firma McQueen y una larga y vaporosa capa, todo ello de color negro.
Naomi Campbell, con un sombrero de plumas y una chaqueta con amplias hombreras, y Kate Moss, con unos zapatos de aguja de Christian Louboutin de 13 centímetros de altura, fueron otras de las más atrevidas a la hora de vestir.
A la ceremonia privada celebrada en la Iglesia de Sant Paul, asistieron también el padre del diseñador y sus cinco hermanos, que perdieron a su madre el pasado 2 de febrero.
Alexander McQueen, que recibió en cuatro ocasiones el título de mejor diseñador británico, se ahorcó el pasado 11 de febrero en vísperas del funeral de su madre.