«Llevaré sentimiento sevillista. Es un corazón sevillista forjado desde los 17 años. No se va un entrenador más, se va un sevillista que no es menos profesional que cualquiera. Tengo la misma capacidad que cualquiera. No quería irme, pero me tengo que ir de mi casa», dijo.
Jiménez indicó que «han sido casi treinta años perteneciendo a esta entidad» tanto como jugador como en los banquillos, «consiguiendo objetivos marcados», lo que hace que se sienta «orgulloso, pero quizá de lo que más, de la aportación de jugadores desde el filial», al que entrenó durante siete temporadas.
El técnico andaluz indicó que le «han exigido mucho» pero que «esa exigencia te hace crecer», por lo que quiso dar «las gracias a esta afición inconformista y gracias especialmente a la prensa más crítica», pues considera que le ha «enseñado a ser mejor profesional y hasta mejor persona».
Jiménez reconoció que «este año ha sido de mucho desgaste» pero que lo único que le «pone triste es no poder levantar la Copa», ya que ganar un título con el Sevilla era su «sueño desde niño», aunque anunció que en la final estará «apoyando desde donde sea».
El ex entrenador sevillista aventuró que el club lo «ha destituido porque han podido aparecer nervios por la posibilidad de no conseguir la clasificación para Champions» y reveló que su cese le fue comunicado «por el presidente con Monchi».
Se hubiese despedido igual en junio
Jiménez, que reconoció que la situación que se le hará «más dura con el paso del tiempo porque han sido once años yendo todos los días a la ciudad deportiva», comentó la existencia de «un pacto para aparcar hasta el final de temporada» su posible renovación.
No obstante, aseguró que tenía «casi decidido no seguir, aunque no se puede dar nunca nada por descartado en fútbol» pues él «hubiese querido ser ese entrenador inglés a largo plazo, con posibilidades de hacer una plantilla para pelear por todo».
El técnico de Arahal es consciente de que los dirigentes del Sevilla «están un poco nerviosos porque el club no se puede parar y se necesita un entrenador para ir a Villarreal a competir» y en este sentido alabó a su posible sustituto, Antonio Álvarez, a quien definió como «un gran sevillista, hombre de club y buen profesional».
A Jiménez no le gustaron «las formas» de su cese, aunque asume que «fueron las que fueron por la premura de tiempo» si bien le «hubiese gustado estar advertido antes de salir a dar la rueda de prensa» tras el partido del Xerez.
El técnico también declaró que «siempre» estará «disponible para lo que el Sevilla necesite» y recordó que no quiso en su día como jugador «aceptar una oferta del Real Madrid».