En este ranking, España ocupa la 15ª posición con 96 puntos, es decir, con un poder adquisitivo un 4% inferior a la media comunitaria, al mismo nivel de Eslovenia, según datos correspondientes a 2008.
Por delante están países como Italia (cuyo poder adquisitivo supera en un 3% el promedio de la UE), Finlandia (110 puntos), Francia (111) o Bélgica (116).
Sorprendentemente, la vida es más asequible para los consumidores en los países más ricos de la UE a pesar de tener unos niveles de precios más elevados.
La clasificación la encabeza, a gran distancia, Luxemburgo (donde la vida es un 88% más asequible que la media de la UE), seguido de Reino Unido (132), Chipre y Países Bajos (129), Austria (128), Irlanda (125) y Alemania (121).
En cambio, los países más pobres son también aquellos donde los consumidores tienen más problemas para adquirir bienes y servicios pese a que los precios sean más bajos.
Es el caso de Rumanía (donde el poder adquisitivo es un 78% inferior a la media comunitaria), Bulgaria (32 puntos de 100), Polonia (45) o Hungría y Eslovaquia (46%).
El informe de Bruselas detecta un empeoramiento en España de las condiciones de consumo durante el último año debido al impacto de la crisis económica.
De hecho, el indicador de condiciones de consumo cae en España de 55 a 49 puntos y se sitúa a la altura de países como Letonia o Chipre.
Este indicador comprende factores como la calidad de las normas relativas a los consumidores y a las empresas, la eficacia en la resolución de litigios y en el tratamiento de las denuncias, así como la confianza de los consumidores en las autoridades, los minoristas, los publicistas y las organizaciones de los consumidores.
Pese a que, además de en España, en muchos otros Estados miembros se han deteriorado las condiciones de consumo, un total de 8 países (Portugal, Luxemburgo, Irlanda, Italia, Austria, Francia, Eslovaquia y el Reino Unido) lograron mejorar sus resultados respecto al año 2009.
En España, el 69% de los consumidores se han encontrado con casos de publicidad u ofertas engañosas, el porcentaje más alto de la UE y sólo el 28% de los ciudadanos estaban satisfechos con el tratamiento de las quejas, la cifra más baja de los 27.
De acuerdo con el estudio de Bruselas, la tasa de cambio de cuenta corriente en España (15%) es la segunda más alta de la UE, aunque sigue habiendo problemas para comparar las ofertas.
De hecho, el 51% de los usuarios tienen dificultades para comparar las ofertas de diferentes bancos (el porcentaje más elevado de la UE). Estos problemas se dan también en el caso de las facturas eléctricas.
Finalmente, España está también por debajo de la media de la UE en materia de comercio electrónico.
Sólo el 19% de los españoles han realizado compras domésticas a través de Internet, mientas que este porcentaje cae hasta el 7% cuando se trata de compras internacionales.
En el conjunto de la UE, un 34% de consumidores compró mercancías o servicios a vendedores nacionales a través de Internet, pero sólo un 8% efectuó una compra en otro país de la UE, según datos de 2009.