El principal selectivo del mercado español, el Íbex-35, cerró en 10.871,3 puntos el trimestre, que se convierte así en el primero con saldo negativo desde la caída del 15,02% registrada entre enero y marzo de 2009.
El Íbex-35 ha protagonizado también el peor comportamiento de los grandes indicadores europeos, que en la mayoría de los casos han superado los tres primeros meses con ganancias, liderados por el FTSE 100 británico, con un avance próximo al 4,5%.
La relajación de los mercados en el tercer mes del año -con el acuerdo sobre el modelo de concesión de fondos a Grecia y las buenas perspectivas de la OCDE para la economía mundial- no pudo impedir que el balance del trimestre fuera negativo.
De hecho, en enero y febrero -cuando se acumuló un descenso del 13,5%- pesaron de forma significativa las dudas sobre la recuperación económica y la incertidumbre sobre el riesgo soberano de España, recuerda Julián Benavente, experto de CM Capital Markets.