Un grupo de investigadores ha constatado la existencia de una larga falla de Cádiz a Alicante en la Cordillera Bética que se formó hace unos veinte millones de años y sus movimientos actuales se iniciaron hace diez millones, lo que en geología se considera como tectónica reciente.
La investigación, llevada a cabo por miembros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad de Granada, ha permitido conocer nuevos datos que justifican la existencia de esta falla a través de la gavimetría de la cuenca de Guadix-Baza.
Desde hace diez millones de años los movimientos hacia el oeste que generaron esta falla se han frenado y se ha convertido en una barrera que forma el límite norte de las nuevas cuencas intramontañosas que se formaron, como la de Granada, las subcuencas de Guadix-Baza o la de Crevillente, ha informado hoy InnovaPress, dependiente de Economía, Innovación y Ciencia.
La falla se podía distinguir bien en la zona de Mula, Crevillente y Granada, pero en la de Guadix-Baza no se esperaba ver tan claramente, algo que han permitido estos estudios gravimétricos, ha señalado el geólogo Carlos Sanz de Galdeano.
Algunos terremotos recientes, como el de Mula de 1999, parecen estar relacionados con movimientos de diversos segmentos de esta falla.
La creación de esta falla se produce por el desplazamiento de la zona interna de la Cordillera Bética hacia el oeste hace 20 millones de años, cuando chocó con la zona externa y la deformó profundamente y arrastró en parte, momento en el que se produjo esta falla, que atraviesa gran parte de la corteza y supone una discontinuidad notoria de la cordillera en varios aspectos, como por ejemplo, la sismicidad.