La Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en marcha desde este lunes y hasta el próximo 13 de junio una campaña especial de vigilancia de las motocicletas, un colectivo especialmente vulnerable en las carreteras, ya que desde enero han fallecido ya 76 motoristas en accidentes de circulación.
El uso del casco, el alcohol, la velocidad, los adelantamientos incorrectos, la placa de matrícula y la documentación en regla, serán los principales puntos de control de un dispositivo de vigilancia e información destinado a los casi 5 millones de conductores sobre dos ruedas.
Según datos de la DGT, en los primeros cinco meses del año han muerto 76 motoristas -71 conductores y 5 pasajeros-, 40 menos que hasta la misma fecha del año pasado.
No obstante, todavía siete de los 76 motoristas muertos durante 2010 no llevaban casco y la mayoría de ellos circulaban en motocicletas de pequeña cilindrada.
Llama la atención que el porcentaje de fallecidos que no usaba el casco -el 10 por ciento- ha aumentado con respecto a 2009, que era sólo el 3 por ciento, situándose en valores similares a los de 2003.
No llevar casco multiplica por tres el riesgo de sufrir una lesión cerebral mientras que la probabilidad de salir ileso del siniestro aumenta en un 20 por ciento.
De los 75 accidentes de moto ocurridos hasta el 31 de mayo, 30 fueron por salidas de la vía y 27 por colisiones.
La velocidad excesiva o inadecuada estuvo presente en 32 de los accidentes, 16 se debieron a alguna distracción en la conducción y en otros 26 casos se constataron infracciones a las normas de circulación.
El 61 por ciento de los fallecidos eran mayores de 35 años.
El perfil del motorista muerto en accidente de carretera es un varón, de más de 35 años, con experiencia y que conduce motocicletas de menos de dos años de antigüedad y de más de 500 centímetros cúbicos de cilindrada, y que sufre un accidente un día festivo en un desplazamiento por ocio.
Según un estudio realizado por Cidaut, Insia y Applus Idiada para la DGT, el 60 por ciento de los accidentes mortales se produjeron por una caída o salida de vía, sin otro vehículo implicado, y el 87 por ciento se registró en una vía en buen estado de conservación.
El 77 por ciento de los siniestros mortales ocurrieron en carretera convencional y de éstos 8 de cada 10 en carreteras con un arcén inferior a 1,5 metros.