La Fiscalía y la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) han pedido este jueves al Tribunal Supremo que confirme la condena de 208 años de prisión impuesta a la etarra Ainhoa Barbarin por la colocación de un coche-bomba en 2001 en un hotel de Salou (Tarragona), cuya explosión hirió a una veintena de personas.
Así se han pronunciado el representante del Ministerio Público y el abogado de la AVT ante la Sala de lo Penal del Supremo durante la vista pública para estudiar el recurso de Barbarin contra la sentencia de la Audiencia Nacional que el año pasado le condenó a la citada pena, al igual que a los etarras Ismael Berasategi y Xavier Zabalo, que no han recurrido esta resolución.
«Los tres acusados se concertaron para realizar la acción, ha asegurado el fiscal, que ha añadido que «el silencio de la recurrente en la vista oral tiene valor cuando existen indicios que le incriminan».
Los tres etarras, para los que el fiscal solicitaba 223 años de cárcel, fueron condenados por estragos terroristas, tres delitos de lesiones agravadas, quince de lesiones, uno de robo con fuerza y otro de falsificación con finalidad terrorista.
La Sala consideró probado que Berasategi, Zabalo y Barbarin constituyeron a finales de 1998 el «comando Behorburu, bajo las órdenes directas de ETA, que les facilitaba los medios materiales y económicos para cometer atentados.
Berasategui alquiló en enero de 2000 un local en Urretxu (Guipúzcoa) y constituyó junto con Zabalo una empresa dedicada al lavado y limpieza de vehículos, aunque en realidad los locales se utilizaban para ocultar coches previamente sustraídos y preparar los explosivos que luego colocaban en ellos.
El 10 de agosto de 2001 sustrajeron un coche en Ondarroa (Vizcaya) y lo trasladaron a Urretxu donde lo ocultaron y colocaron un artefacto explosivo, compuesto por unos 50 ó 60 kilos de tytadine, así como placas falsas y, una vez preparado, Berasategui y Barbarin lo trasladaron hasta Salou.
A las 07.16 horas del 18 de agosto, Berasategui llamó a la DYA de Guipúzcoa para avisar de que a las ocho de la mañana iba a estallar un coche-bomba en el aparcamiento del hotel Calafont, por lo que las fuerzas de seguridad desalojaron el establecimiento y a las 08.03 se produjo la explosión, que provocó lesiones a una veintena de personas, entre ellas tres guardias civiles y varios niños.
La Audiencia concluyó que Berasategi es «el responsable» , mientras que en la casa de Barbarin se encontró un plano de Salou y un croquis a mano alzada para centrar una entrega de material explosivo.
Según ha dicho el fiscal, dicho croquis fue elaborado por Barbarin y además se encontró una pegatina de un vuelo a Málaga a su nombre que demuestra la relación entre la recurrente y los otros dos condenados.
Aunque sus dos compañeros negaron su participación en los hechos, la Audiencia Nacional concluyó que Barbarin cooperó «en todas o en algunas actividades del comando, lo que niega su abogada, quien ha pedido al Supremo la absolución de su patrocinada.
Por su parte, el abogado de la AVT ha señalado que «hay indicios que apuntan a su participación en el atentado».