El Ayuntamiento de Barcelona es el tercer ayuntamiento de Cataluña en prohibir el uso del burka y del niqab en los equipamientos municipales.
En las últimas semanas se ha extendido en España el debate sobre el uso en los espacios públicos del burka y el niqab, los velos integrales islámicos que ocultan totalmente la cara, y varios consistorios han aprobado medidas en contra de su uso en espacios municipales.
El primero fue el Ayuntamiento de Lérida, que el 28 de mayo aprobó una moción conjunta del PSC, CiU y PP para prohibir el uso del burka y el niqab en los recintos municipales.
El pasado viernes el Ayuntamiento de El Vendrell (Tarragona) aprobó una propuesta presentada por CiU para llevar a la Comisión de Convivencia y Civismo la prohibición de usar estos dos velos islámicos, y en general de llevar la cara tapada, en los equipamientos municipales.
El 1 de junio, el grupo municipal de CiU en Reus (Tarragona) también registró en el ayuntamiento una moción para limitar el uso del velo integral en los espacios públicos. Está previsto que se debata en el pleno municipal del próximo 18 de junio.
Sin legislación en España
En España no existe legislación sobre el uso de los velos islámicos en los espacios públicos y las formaciones políticas han intensificado el debate sobre la conveniencia de aprobarla.
El pasado 9 de junio, el PP registró en el Senado una moción para su debate en Pleno, en la que se insta al Gobierno a prohibir el uso del velo integral islámico en los espacios públicos.
Por su parte, los líderes espirituales de once mezquitas catalanas han anunciado que planean llevar al Tribunal Constitucional las mociones impulsadas por los ayuntamientos para prohibir el uso del burka y el niqab.
El pasado 2 de junio, el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, señaló que el burka «no es hoy, afortunadamente, un gran problema» en España y que la reforma de la ley orgánica de libertad religiosa se llevará a cabo desde criterios de «proporcionalidad» y «moderación».
Caamaño precisó que en la modificación de la ley se buscará «defender la dignidad de las mujeres» y opinó que el burka, como otras prendas, sean de la religión que sean y que no permiten la identificación del sujeto, «afectan a la dignidad del ser humano».