El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska ha comenzado este jueves a interrogar a los seis capos mafiosos detenidos el pasado martes en Cataluña en la segunda fase de la ‘Operación Java’, con la que se ha desarticulado una organización ruso-georgiana acusada de blanquear importantes sumas de dinero.
Los interrogatorios se han iniciado a mediodía y entre los detenidos figuran Botir Ramihov, el jefe del clan mafioso y considerado un «vor v zakone» -ladrón en ley-, y un ex comandante de la Policía armenia, Ladus Unayan, que se había convertido en España en un hombre de negocios.
Los detenidos, de entre 27 y 49 años y acusados de falsificación documental, asociación ilícita y blanqueo de dinero, son de cinco nacionalidades distintas -ucraniana, rusa, armenia, kazaja y uzbeca- y regentaban varios negocios desde los que, al parecer, blanqueaban dinero, como hoteles, prostíbulos y restaurantes, ya que están considerados «delincuentes de cuello blanco».
En esta operación, que culmina la redada de marzo pasado en toda Europa contra las mafias del este, los Mossos d’Esquadra y la Policía Nacional han llevado a cabo 17 registros domiciliarios en Salou, Vilafortuny-Cambrils, Reus, Cunit y Barcelona, donde se han incautado de numerosa información sobre las sociedades mercantiles de la organización desarticulada, así como de catorce vehículos de gama alta, 42.000 euros en efectivo y diversos equipos informáticos.
En la primera parte de la Operación Java, que se llevó a cabo en marzo pasado, fueron arrestados en toda Europa 79 supuestos integrantes de mafias de países del este, de los cuales 24 lo fueron en diversos puntos de España (15 en Barcelona).
La última fase de la operación se precipitó a última hora del martes al conocerse que Botir Ramihnov, que se encontraba huido, iba a regresar a España en un vuelo procedente de Dubai.
La red se había asentado en 2005 en Cataluña, la Comunidad Valenciana y el País Vasco, y trataba de instalarse también en Madrid, y, al parecer, los seis detenidos habían articulado un importante entramado empresarial y se dedicaban al ‘lavado’ de varios millones de euros en actividades relacionados en la operación «Java».
La organización criminal tenía como líder a Kakhaber Shushanasvili, que estaría subordinado a Lasha Shushanasvili, el jefe internacional de la red, y a su lugarteniente, Koba Shermazashvili.