El pleno del Senado ha aprobado este miércoles una moción del grupo parlamentario popular que insta al Gobierno a realizar «las reformas legales y reglamentarias necesarias» para prohibir el uso del velo integral (burka o niqab) en los espacios públicos que no tengan una finalidad estrictamente religiosa.
La iniciativa, defendida por la senadora Alicia Sánchez Camacho, ha sido aprobada con 131 votos a favor (del PP, CiU y de la senadora del grupo Mixto María del Mar Caballero) y 129 en contra (PSOE, PNV, Entesa Catalana del Progrès y Grupo Mixto).
Con esta votación, el pleno del Senado ha rechazado además una enmienda de sustitución -presentada por el Partido Socialista y que había sido pactada con todos los grupos de la Cámara salvo el PP- que proponía utilizar las facultades que ya otorgan las leyes vigentes para dar una respuesta social al uso del burka.
La enmienda rechazada proponía regular el uso de estas prendas a través de la colaboración con las comunidades musulmanas, de la educación en el respeto a la dignidad personal y la igualdad entre hombres y mujeres y de la sensibilización social y la formación.
«Un debate que está en la calle»
Durante el debate, y en defensa de la moción presentada por su grupo, Sánchez Camacho ha acusado al PSOE de no querer «afrontar un debate que está en la calle» y de no tener una posición clara sobre este tema en el seno del Gobierno.
«Si tenemos que dejar al Gobierno que regule, Caamaño dice que debe ser a través de la ley de libertad religiosa, después De La Vega asegura que es pronto para regular, y luego la secretaria de Estado de Inmigración, Ana Terrón, cree que es innecesario regular el uso del burka, ha ironizado.
Ha defendido que la moción es una propuesta que da respuesta a un debate que está en la calle y que defiende los derechos de la mujer y la igualdad, dos aspectos que nada tiene que ver con la religión porque el velo integral «no es un símbolo religioso, sino el reflejo de una «actitud oscurantista, regresiva y discriminatoria».
Por su parte, la senadora socialista Patricia Hernández ha subrayado que el PSOE está «en contra de los debates interesados, electoralistas, simplistas, y oportunistas» porque confía en las instituciones y en las leyes vigentes que defienden la libertad, la igualdad, la seguridad y el orden público.
Por eso, «nuestro grupo está más por el diálogo con las administraciones y comunidades musulmanas, con la educación desde el respeto y la igualdad, con las acciones de sensibilización, y con el fomento de la integración».
Hernández ha acusado al PP de plantear este debate «pocos meses antes de las elecciones catalanas» y ha recordado que en España la ley ya obliga a descubrirse el rostro a la hora de realizar trámites en la administración, cualquier procedimiento en la sanidad o recoger a un menor de un colegio, entre otras cuestiones.
«Máxima responsabilidad»
Desde el grupo Mixto, Francisco Javier Tuñón, ha denunciado que este debate se ha promovido por la cercanía de las elecciones catalanas cuando «un tema tan profundo y delicado como éste debería ser planteado en profundidad, con argumentos jurídicos, teniendo en cuenta la libertad individual y colectiva y, sobre todo, que vivimos en un Estado laico e igualitario con las mujeres.
Miren Lore Leanizbarrutia (PNV) ha lamentado lo «precipitado» de este debate que necesita de una reflexión sosegada, dialogada y «mucho más importante y profunda» de lo que se está haciendo.
Montserrat Candini (CiU) ha recordado que la sociedad es cada vez más diversa y plural y que, por ello, «es aconsejable tratar esta cuestión con la máxima responsabilidad» para no convertirla en un debate partidario, ideológico y partidista.