Coín (Málaga) se ha convertido este lunes en el primer municipio andaluz en prohibir el uso de velo integral -burka o niqab- en edificios y equipamientos públicos, tras ser aprobado por el pleno municipal con un solo voto en contra, el del concejal de Izquierda Unida.
Alternativa Ciudadana Coineña y el Partido Popular, principal grupo de la oposición, han apoyado la moción presentada por el equipo de gobierno (PSOE y PA), mientras que Izquierda Unida ha votado en contra y Agrupación Coineña se ha abstenido.
El alcalde de Coín, Gabriel Clavijo (PSOE), ha indicado a Efe que esta iniciativa surge a raíz de una serie de informes del servicio de Asuntos Sociales, que ha detectado elementos «poco deseables» hacia el trato a la mujer, por lo que resultaba necesaria «una concienciación cultural».
Clavijo ha resaltado que están «satisfechos» por el deber cumplido, pero que la prohibición del burka es también una «obligación» de otros municipios, «que son los más cercanos a los ciudadanos y los responsables de generar una mayor oportunidad de empleo».
«La ley determina que el hombre y la mujer son iguales, por lo que no se puede originar un elemento involuntario sobre esto como es el burka, ha asegurado el regidor, quien ha manifestado que la obligación del Ayuntamiento es «generar normas que garanticen una convivencia adecuada».
Asimismo, ha incidido en la importancia de reflexionar sobre la igualdad y buscar soluciones consensuadas que permitan que en cualquier punto geográfico la gente tenga los mismos derechos y obligaciones.
«Fraude al contribuyente»
Por su parte, el presidente de la Asociación Islámica Al Ándalus de Málaga y consejero de la Federación Musulmana de España (FEME), Félix Ángel Herrero, ha calificado de «fraude al contribuyente» la ordenanza aprobada por el Consistorio de Coín.
«Se pierde el tiempo en prohibir algo que no existe en el pueblo, ha aseverado Herrero, quien ha señalado que el alcalde de Coín ha sido «el primero en hacer el tonto» en Andalucía, y le ha acusado de montar «un circo».
Ha argumentado que la prohibición del burka y el niqab en edificios públicos «crea tensiones al intentar hacer ver que existe islamismo radical, cuando, a su juicio, no lo hay.