El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha pedido responsabilidad y serenidad a las fuerzas políticas tras conocer el fallo del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto catalán y «mirar el futuro con ánimo de concordia».
Rajoy, para quien «no es momento de excesos, ha expresado estas exigencias durante su intervención ante un grupo de empresarios, en un almuerzo organizado por el American Business Council.
Ha recalcado el líder del PP, cuyo partido acata la decisión de la mayoría de magistrados del alto tribunal, que las instituciones funcionan en España, aunque «a veces con retraso, y pese a ello, ha subrayado que el Constitucional ha cumplido al emitir un fallo en uso de su independencia sobre un Estatuto «adaptado a las reglas del juego».
Para el presidente de los populares, el fallo del TC, que el Gobierno aprueba y la Generalitat, junto a las fuerzas catalanas, rechaza, demuestra que la institución «cumplió la función» que establece la norma suprema, y además adoptó su decisión «con independencia».
A su juicio, fue una estimación parcial del recurso que hace casi cuatro años interpuso el Partido Popular contra el encaje del Estatuto de Cataluña en la Carta Magna, si bien ha apostillado que su formación procederá a analizar la decisión de los magistrados con más detenimiento.
De momento, según ha dicho, el fallo ha mejorado «aspectos muy importantes» del Estatuto. En su opinión, además, el Constitucional ha puesto sobre la mesa un Estatuto «adecuado y adaptado a las reglas del juego» y a la Carta Magna. «El Tribunal lo ha visto así y todo debemos respetarlo, ha puntualizado.
«Ánimo de concordia»
Rajoy ha sentenciado luego: «Todos podemos o no estar de acuerdo con todo o con algunas cosas de lo que dice el fallo, pero el Partido Popular acata la decisión, y pedimos a los demás que lo hagan».
Ante las respuestas del Gobierno catalán, manifestada por su presidente, José Montilla, y de otros partidos catalanes, el líder del PP ha exigido responsabilidad y serenidad, ya que «no es momento para excesos».
Ahora es momento, ha destacado, de «mirar al futuro, y hacerlo «con ánimo de concordia» para que la clase política y las instituciones puedan ocuparse de los «problemas de los españoles» y «recuperar los grandes consensos de la Transición, precisamente plasmados en la Constitución, que «nunca se debieron perder».