El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha anunciado que el próximo lunes viajará a Cuba para apoyar el esfuerzo que se está llevando a cabo entre la Iglesia católica y las autoridades locales para mejorar la situación de los derechos humanos en el país.
En declaraciones a la Cadena Ser, ha señalado que durante su estancia en Cuba, que se prolongará hasta el martes, seguirá llevando a cabo «todos los esfuerzos de diálogo» y se ha mostrado convencido de que habrá resultados positivos en lo que se refiere a la situación de los derechos humanos en la isla.
Preguntado por si se ha movido algo en Cuba en los últimos tiempos, ha dicho que sí, ha recordado que cada país tiene sus ritmos y ha añadido que lo que hay es una situación «muy compleja» y un debate «cada vez mayor».
Ha señalado que España tiene que respetar que las autoridades cubanas vayan liderando los procesos de reforma, «acompañándolos -ha dicho- para que se vaya mejorando la situación».
El ministro ha agregado que en este proceso el Gobierno debe estar a veces «exigente», en otras ocasiones «denunciando» casos como el del preso político Orlando Zapata, pero «nunca rompiendo el diálogo» que es el «instrumento esencial» en la acción diplomática española.
Sobre la situación del disidente cubano Guillermo Fariñas, en huelga de hambre y sed desde hace más de cuatro meses, ha indicado que sigue siendo tratado médicamente y que su estado es «preocupante».
Ha añadido que la Iglesia, las Damas de Blanco, las autoridades norteamericanas y españolas han intentado convencerle de que deje la huelga de hambre porque «se pueden conseguir cosas sin necesidad de acudir a esa situación» y es mejor mantener «la capacidad política».