La Conferencia Episcopal cree que la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, que hoy entra en vigor, «impone» en el sistema educativo obligatorio la ideología abortista y ‘de género'».
«Es necesario recordar que se trata de una ley objetivamente incompatible con la recta conciencia moral, en particular la católica», dicen los obispos en un comunicado.
Argumentan que esa ley «empeora» la legislación vigente desde las perspectiva ética por motivos como los siguientes:
«Sobre todo, porque considera la eliminación de la vida de los que van a nacer como un derecho de la gestante durante las primeras catorce semanas del embarazo, dejando prácticamente sin protección alguna esas vidas humanas, justo en el tiempo en el que se producen la gran mayoría de los abortos».
También porque establece un concepto de salud «tan ambiguo» que equivale a la introducción de las llamadas «indicaciones social y eugenésica» como justificación legal del aborto.
El Episcopado recuerda las conclusiones de 2009 de la Comisión Permanente y Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal «en favor de quienes tienen derecho a nacer y a ser acogidos por sus padres con amor» y «en favor de las madres, que tienen derecho a recibir el apoyo social y estatal necesario para evitar convertirse en víctimas del aborto».
En este sentido, los obispos defienden la libertad de las familias y de las escuelas que colaboran con ellos para dar a sus hijos una formación afectiva y sexual de acuerdo con unas convicciones morales que los preparen de verdad para ser padres y acoger el don de la vida.
«Hablamos en favor -reitera- de una sociedad que tiene derecho a contar con leyes justas que no confundan la injusticia con el derecho».