Cuando están a punto de cumplirse seis meses del terremoto que devastó Haití y la atención mediática se ha desviado hacia otros focos, las ONG españolas no se olvidan de los millones de afectados por la tragedia y siguen trabajando en el país caribeño.
Tampoco el Gobierno ha dejado de lado al país, pues a pesar del recorte de 800 millones de euros en la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD), Haití sigue siendo una de las prioridades de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
El seísmo que sacudió al país el 12 de enero provocó una de las mayores crisis humanitarias de las últimas décadas.
Más de 200.000 muertos y cerca de 300.000 heridos, casi 190.000 viviendas destruidas o dañadas y 1,5 millones de personas sin hogar, que meses después siguen ubicados en campamentos temporales.
Los daños suman aproximadamente 7.900 millones de dólares, más del 120% del Producto Interior Bruto (PIB) de Haití en 2009; la reconstrucción podría costar unos 13.900 millones de dólares y prolongarse unos 10 años.
Volcados con los damnificados
El desastre, de una magnitud sin precedentes, hizo que los españoles se volcaron mayoritariamente con el país caribeño.
Las donaciones durante los primeros cien días ascendieron a 106 millones de euros, la mayor respuesta de la historia de la sociedad española ante una catástrofe.
El coordinador de proyectos en Centroamérica y el Caribe de Manos Unidas, Waldo Fernández, ha destacado a EFE la reacción «extraordinariamente» solidaria de la gente de la calle, aunque ha reconocido que «un desastre social como este es un pozo sin fondo».
«Todo es poco, la ayuda es insuficiente para las necesidades que hay».
España ha aportado 61 millones de euros a la emergencia y es el primer donante bilateral a nivel europeo.
Además, ha comprometido una ayuda de 346 millones de euros para la reconstrucción, de los que 121,5 millones se desembolsarán este año.
«No vamos a reducir ni un euro nuestro compromiso con Haití» , ha asegurado a EFE la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, quien ha agregado que España va a seguir liderando, junto a EEUU y la UE, la reconstrucción del país.
El monto más importante de la ayuda española a la emergencia se ha destinado a «refugio», ha explicado a EFE Pablo Yuste, responsable de ayuda humanitaria de la AECID.
Se ha puesto en marcha un proyecto denominado «trabajo por dinero», que busca, mediante la contratación de haitianos, hacer que el ciudadano contribuya a reactivar la economía, y, a la vez, ayudar a su recuperación psicológica.
En estos momentos, España está trabajando a través de la Cruz Roja en un proyecto de «viviendas semilla», al que se han destinado 4 millones de euros.
Estas «casas» se montan a gran velocidad para dar cobijo inmediato y son como el germen de una futura vivienda, ya que la estructura inicial se puede ir ampliando en base a los materiales disponibles: ladrillos, madera..etc.
«Ya estábamos y nos quedamos»
En estos momentos, hay 14 ONG españolas en Haití y 52 cooperantes trabajando sobre el terreno.
La intención de todas ellas es continuar sin plazo alguno.
En Intermón Oxfam ya han atendido a 400.000 personas, sobre todo proporcionando agua y saneamiento -han construido 2.200 letrinas-.
También han colaborado en la formación de higiene y en dar cobijo de emergencia a unas 100.000 personas.
La directora general de esta ONG, Ariane Arpa, ha asegurado: «nuestra vocación es quedarnos porque ya estábamos allí desde hace 32 años».
En los seis meses transcurridos desde el seísmo, Cáritas ha financiado diversos programas de ayuda humanitaria por un importe global de 3,2 millones de euros, que han permitido garantizar las necesidades básicas de 260.500 damnificados.
Esta organización ha intentado que éstos no se instalaran en campos de refugiados sino que fueran atendidos por sus propias familias, ha explicado Lago.
El comité español de Unicef recaudó más de 10 millones de euros y ha trabajado desde pocas horas después del terremoto proporcionando agua potable, vacunas y apoyo a niños o madres desnutridos.
Más de la mitad del dinero se ha gastado o se está empleando en estos momentos, básicamente apoyando el sistema de salud y educativo y el desarrollo de los niños.
Había más de 2.000 menores separados de sus familias, de los que se han reunificado casi 300 y se sigue en proceso de identificar a las familias de los restantes, ha señalado Antonia Paradela, que hasta hace unos días ha estado trabajando ‘in situ’.
Una oportunidad
La secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, ha señalado que la presencia de España en Haití ha sido «muy fuerte y muy importante en estos seis meses» y «se ha trabajado bien», conjuntamente con la Comisión Europea y el resto de países de la Unión Europea.
España se volcó en el primer mes, en la primera ayuda de emergencia, y después se ha mantenido con la misma presencia trabajando en la fase de pos-emergencia y reconstrucción, «jugando un papel muy importante» en agua y saneamiento y en la área de la educación.
Rodríguez ha asegurado que el objetivo no es reconstruir para volver a la situación de pobreza y miseria que había antes, sino que se están intentando hacer las cosas de forma diferente a como se hicieron en el pasado, contando con el Gobierno y la población haitianos.
La secretaria de Estado ha insistido en que hay que generar tejido económico y productivo y ha asegurado tener «un optimismo moderado que se corresponde también con una cierta responsabilidad, porque es muy difícil el reto que hay en Haití».
«Si hacemos las cosas bien, esta gran tragedia puede convertirse en una oportunidad para el pueblo haitiano».
En el mismo sentido se ha manifestado Martín Lago, coordinador de la campaña de Haití de Cáritas, quien ha señalado que «la situación a la que se ha llegado supone una oportunidad para provocar un cambio drástico en el país en los próximos años».
Por su parte, la directora general de Intermón Oxfam ha subrayado que además de reconstruir casas con agua potable y saneamiento y crear empleos, hay que proporcionar una estructura económica y un gobierno estable y democrático que permita que el país salga adelante. «Tenemos una oportunidad histórica gracias al terremoto», ha subrayado.
La secretaria de Estado ha pedido no perder la sensación de urgencia que hubo en los primeros momentos tras el terremoto.