El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, llegará el miércoles al debate sobre el estado de la nación con el hemiciclo en contra y escasas posibilidades de alianzas, pero buscará el respaldo de los grupos para culminar las reformas en marcha y emprender las que todavía cree imprescindibles.
Aunque las últimas sesiones parlamentarias han dejado claro que los acuerdos se presentan complicados, insistirá en la necesidad de consenso sobre el futuro modelo económico del país para salir de la crisis y apuntalar la confianza internacional en España.
En su quinto debate de política general como presidente del Gobierno, es plenamente consciente de la impopularidad de los recortes y de las reformas que tiene que defender en la Cámara, pero insistirá en que resultan esenciales para tranquilizar a los mercados.
La futura reforma del sistema de pensiones será uno de los ejes de su discurso, pero, según han apuntado fuentes del Ejecutivo, no está previsto que anuncie propuestas concretas mientras continúa la negociación en el Pacto de Toledo.
Tampoco se espera, según estas fuentes, que avance el impuesto que quiere imponer a las rentas más altas y que se incluirá previsiblemente en los próximos Presupuestos Generales del Estado.
No obstante, según apuntan desde el Gobierno, sí que habrá sorpresas, como en todos los debates sobre el estado de la nación, aunque en esta ocasión deberán ser iniciativas que no impliquen gasto público.
El objetivo, reiterará, es situar el déficit en el 3 por ciento en 2013, para lo que todavía son necesarios nuevos ajustes y sacrificios.
Reformas y Estatut
El respaldo que han recibido las últimas medidas de carácter laboral y económico en el exterior, desde los socios europeos hasta la administración estadounidense, no lo ha encontrado en la oposición parlamentaria, pero destacan en La Moncloa que el Gobierno ha sido capaz de sacar adelante todas las iniciativas clave que ha planteado, aunque haya sido sólo con el apoyo socialista.
Además, ha logrado consensuar con el PP los ejes de la reforma de la ley de cajas y negocia con el principal partido de la oposición el anunciado pacto energético.
Las fuentes dan por hecho que la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña y la proximidad de las elecciones autonómicas en esta comunidad condicionarán la actitud en el debate de CiU, ERC e ICV, y Zapatero no eludirá esta cuestión en su discurso inicial.
Como los últimos recortes han alejado también a IU, el presidente del Gobierno se esforzará en conquistar a Coalición Canaria y, especialmente, al PNV, su principal candidato para respaldar los próximos Presupuestos.
Convencido de que la senda iniciada es la correcta, Zapatero defenderá las muestras de recuperación que arrojan algunos indicadores, como el descenso del paro registrado el mes pasado o la mejora del índice de producción industrial.
Sin embargo, apostará por la prudencia.
A pesar de que la del miércoles puede ser su cita parlamentaria más difícil hasta el momento, juega en su favor que en todos los debates sobre el estado de la nación ha salido vencedor frente a Mariano Rajoy, si se atiende a las encuestas que tradicionalmente hace el Centro de Investigaciones Sociológicas pocos días después de estas citas.