Con la llegada a Madrid de siete presos políticos procedentes de Cuba, a la que seguirán nuevas acogidas en las próximas semanas, se cumplen más de dos décadas de disidentes cubanos exiliados en España.
Los siete forman parte del grupo de 52 presos que el Gobierno de Raúl Castro ha decidido poner en libertad, el mayor número de excarcelaciones en más de una década en la isla.
Muchos de los exiliados cubanos llegaron a España en la década de los noventa, tras las gestiones realizadas en La Habana por el entonces presidente de la Xunta, Manuel Fraga.
Pero antes, en 1986, ya había aterrizado en Madrid el ex comandante Eloy Gutiérrez, que después se instaló en Miami y que fue excarcelado gracias a la intercesión del presidente del Gobierno Felipe González.
El 16 de febrero de 2008 llegaron a Madrid los disidentes Alejandro González Raga, Omar Pernet, José Gabriel Ramón Castillo y Pedro Pablo Álvarez, liberados un día antes por las autoridades cubanas y pertenecientes al «Grupo de los 75», opositores condenados tras la ola represiva de la «Primavera Negra» de 2003, como los siete acogidos hoy.
Diez años antes, en diciembre de 1998, habían viajado a Madrid los presos político Jesús Chamber Rodríguez y Dessi Mendoza Rivero, puestos en libertad por «razones humanitarias» tras las gestiones del entonces ministro español de Asuntos Exteriores, Abel Matutes.
Los contactos de Fraga, especialmente después de un viaje que realizó a La Habana en septiembre de 1991, posibilitaron la liberación de alrededor de un centenar de presos, muchos de ellos de carácter político.
Algunos de ellos llegaron a España entre 1992 y 1997, de forma escalonada.
Así, en 1992 viajaron a España diecinueve presos cubanos, quince de ellos encarcelados por causas políticas y los otros cuatro, por delitos comunes.
Entre ellos estaban los disidentes Roberto Calveiro, Raudel Antonio Rodríguez, Orestes Peña Charchaval, Ezequiel Díaz Rodríguez, Eduardo Delgado de la Puente, los hermanos Gerardo y Juan David Jiménez Ramos, Silvio Aguila Llanes, Alexis Corzo Rodriguez, Samuel Hernández Reyes y José Oriel Sarmiento Hernández.
También fueron liberados por Cuba y se trasladaron a España los cubanos Pedro Venereo Jorge y su hijo Pedro, condenados por delitos económicos; y los españoles Félix Montenegro Buenechea y Antonio Heredia Salvatierra, condenados por narcotráfico.
En 1993 llegó a España Alfredo Guerrero, condenado por espionaje; en 1994 los disidentes Alberto Pita y Pablo Reyes; en 1995 Eduardo Vidal, Jorge Vázquez y Rigoberto Canceller, todos ellos del Movimiento Cristiano de Liberación; y en 1996 los disidentes Domiciano Torres, Gilberto Fernández Mazpule e Hilarión Peix Vaz.
En enero de 1997 fue excarcelado y viajó a España el ex preso político cubano Robier Rodríguez Leyva, condenado por rebelión.
Además de estos casos, otros presos que fueron liberados por las autoridades cubanas se trasladaron tiempo después a España, como el periodista y escritor Raúl Rivero, liberado en noviembre de 2004 y que llegó a España en abril de 2005.