Los siete primeros presos políticos liberados por el gobierno cubano han asegurado este martes a su llegada a Madrid que su viaje a España es el inicio de una nueva etapa en su lucha por Cuba y han expresado su esperanza de que los quedan en la Isla gocen de las mismas libertades que ellos en la actualidad.
Así lo ha manifestado en el aeropuerto de Barajas Ricardo González Alfonso, en nombre de sus compañeros Léster González, Omar Ruiz, Antonio Villarreal, Julio César Gálvez, José Luis García Paneque y Pablo Pacheco.
«Somos el inicio de un camino que puede ser el comienzo de un cambio en el país», ha asegurado González, mientras destacaba que estas excarcelaciones «no son, ni muchísimo, el último paso».
Ha subrayado que, debido a la participación de la Iglesia cubana, encabezada por el Cardenal Jaime Ortega, y al «acompañamiento del Gobierno español», el diálogo con el régimen castrista terminará con la liberación de todos los presos.
En este sentido, Julio César Gálvez, que ha leído un comunicado firmado por todos, ha recordado que la apertura de este diálogo ha sido posible gracias a la lucha de miles de cubanos en aras de la libertad, la democracia y la paz.
Mención especial en el comunicado para el «martirio de Orlando Zapata» y para Gonzalo Fariñas, que lleva 135 días en huelga de hambre, y para la «fe inquebrantable de las Damas de Blanco y del exilio».
Ricardo González ha negado que este primer grupo de excarcelados se sienta manipulado y ha aclarado que en todos los procesos de diálogo se producen cesiones, aunque ha dejado claro que su actitud en la cárcel fue la de no ceder y ahora «cada uno ha tomado el camino que ha considerado conveniente», en relación a los liberados que han decidido no abandonar Cuba.
«Para nosotros el exilio es una prolongación de la lucha y se puede luchar de muchas formas», ha destacado, mientras decía que «una palabra recorre Cuba y es la palabra cambio, que cada uno interpreta desde un punto de vista diferente. Significa libertad, no sólo la nuestra, sino la de todos los cubanos».
Estos siete presos excarcelados tras más de siete años de cautiverio forman parte del llamado «Grupo de los 75», opositores condenados a penas de hasta 28 años en lo que se conoce como la Primavera Negra de 2003.
Han llegado este martes a España en sendos aviones de Air Europa e Iberia y el Gobierno español les ha ofrecido «la protección subsidiaria y el compromiso de que trabajará en todo lo que sea necesario con el objetivo de lograr su integración en la sociedad española».
Así lo ha manifestado el Secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo de Iglesia, después de dar la bienvenida a este grupo en Barajas.
Por su parte, González ha dicho que cada uno de ellos decidirá si se queda en España o se traslada a otro país, según sus «consciencias y sus posibilidades».
En el aeropuerto de Barajas esperaban a este grupo de siete excarcelados miembros de la Cruz Roja, ya que está previsto que este organismo se haga cargo de ellos en un primer momento.
Según el ministerio de Asuntos Exteriores, hasta el momento, son veinte los disidentes que han comunicado el deseo de ser enviados a España, al menos de forma transitoria.
El régimen cubano se ha comprometido a liberar a 52 presos de forma gradual en un plazo de cuatro meses.