Carme Chacón y Felipe González aseguran que el problema generado por la sentencia del Estatut sigue estando en «la resistencia del PP a reconocer la diversidad de España» y en «la obstinación» de los sectores independentistas «que magnifican las fricciones y minimizan los avances históricos».
En el artículo «Apuntes sobre Cataluña y España» que la ministra de Defensa y el ex presidente del Gobierno publican este lunes en el diario El País, se afirma que Cataluña «es hoy uno de los sujetos políticos no estatales, llamados naciones sin Estado, con mayor nivel de autogobierno de toda Europa, gracias a la Constitución española de 1978 y a los Estatutos de Autonomía de 1979 y 2006».
Añaden que para llegar hasta ahí, Cataluña ha superado las resistencias de los «centralistas», que consideran el proceso «como un debilitamiento de la nación española y una afrenta al castellano» y la de los «separatistas», que presentan los avances «como un engaño y magnifican cualquier fricción como ofensas a Cataluña».
Chacón y González defienden que los efectos jurídicos del fallo del Tribunal Constitucional sobre la realidad del Estatuto de Cataluña «son pequeños», y recalcan que «consagra y constitucionaliza el mayor nivel de autogobierno alcanzado».
Sin embargo, critican los votos particulares que, a su juicio, «respaldan la impugnación del PP expresan una visión preconstitucional del Estado».
«Se niega la noción misma de autogobierno, se cuestiona la inmersión lingüística que cohesiona a Cataluña, se escatima la condición de parte del Estado a la Generalitat, y se llega a desfigurar incluso su nombre. Y, para ello, se invoca como autoridad jurídica y política…la Biblia», escriben Chacón y González.
Además, consideran que la sentencia resulta «ambivalente» porque aunque «preserva la inmensa mayoría de los preceptos estatutarios y rechaza casi todas las objeciones del recurso del PP» en sus fundamentos «se refleja un desconocimiento de la diversidad catalana en la realidad española».
«Usa expresiones ofensivas: ciudadanía catalana como «una especie de subgénero de la ciudadanía española»; injustificada primacía natural de cualquier norma estatal, u obsesión injustificada por la indisoluble unidad de la nación española», aseguran.
A todo ello, continúan Chacón y González, hay que unir las dilaciones en el fallo, la «obstrucción intencionada» por parte del PP en la renovación del TC o la recusación de algún miembro del Alto Tribunal, lo que explica que la sentencia «produjera indignación y rechazo en sectores amplios de la sociedad catalana».
La ministra de Defensa y el ex presidente del Gobierno se refieren a la manifestación de Barcelona en contra del fallo y a los que, tras su celebración, han proclamado que la vía del autogobierno está superada.
«La vía del autogobierno, como la de la Constitución, es la única con plena vigencia. Lo que ha caducado es la composición del Tribunal Constitucional», señalan.
Chacón y González concluyen que «lo conseguido hasta ahora, convivir en paz y libertad sin renunciar a lo que somos ni a lo que queremos ser, es lo que importa, a pesar de quienes se empeñan en atizar el enfrentamiento».
«Nuestro reto no se limita a restituir los preceptos del Estatut objetados que pueden recuperarse», señalan Chacón y González que instan a demostrar que «30 años de convivencia y autogobierno no han sido un paréntesis» y a poner de manifiesto que la Constitución «fue punto de encuentro y de partida» y que «la concepción de España como ‘Nación de naciones’ nos fortalece a todos».