La primera dama de EEUU, Michelle Obama, se interesó este sábado por el desarrollo de las corridas de toros durante su visita a la bicentenaria plaza de La Maestranza de Ronda (Málaga), cuyo albero pisó; degustó jamón pata negra recién cortado y afirmó que volverá a esta tierra.
Junto a su hija Sasha, de 9 años, y unos amigos, confesó que retornará, según dijo a Efe Antonio Jesús Naranjo, el guía que le acompañó en su visita de cuatro horas a la monumental y turística ciudad de Ronda, quien explicó que acudió a cuatro puntos «muy diferentes» de la localidad.
El recorrido lo inició en la Casa de Don Bosco (siglos XIX y XX) con sus jardines y vistas al Tajo -consideradas de las mejores- y al Puente Nuevo dentro de un amplio entorno natural de montaña, paisaje que admiró desde el balcón colgado.
Callejeó caminando hasta la Colegiata de Santa María la Mayor, del siglo XV, «un edificio espiritual» con estilos góticos y renacentistas que parecen «dos iglesias» en una.
A continuación se acercó a la Casa del Rey Moro, palacio del siglo XVIII donde están los Jardines de Forestier, y ha bajado -con sus tres amigas, Sasha y tres niños más- por la escalera de La Mina, 205 escalones excavados en la propia roca que llegan hasta el río y «por donde los musulmanes solían utilizar a cristianos como esclavos para subir el agua en una cadena humana, según Naranjo.
Michelle Obama se asomó al mirador sobre el barrio de Padre Jesús, desde el que se observa una vista de la iglesia del mismo nombre, del siglo XVI, según pudo comprobar Efe.
Almuerzo en ‘El Escudero’
Junto a 19 personas más, entre ellas media docena de niños, almorzaron en el Restaurante El Escudero, con vistas al Tajo y situado junto a la plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería, antes de visitar el coso, pisar su albero y ver el museo taurino sobre historia de la tauromaquia y la guarnicionería o museo de sillas de montar de la Casa de Orleans.
La madre y la hija degustaron bastante jamón, cortado in situ por el campeón de España de corte de jamón Alberto Corbacho, de Ronda, según explicó el gerente del restaurante, José Manuel López, que asegura que les encantó.
López comentó la anécdota quesupuso los recelos de los responsables de la seguridad ante la presencia de un cuchillo con una hoja tan amplia para el corte del jamón, aunque finalmente se convencieron de que era necesario.
Se les sirvió también queso de Ronda, nada de vino; Michelle ha comido lasaña de salmón y langostinos, y Sasha, espaguetis con tomate, mientras que el postre fue el típico dulce de la ciudad: las populares yemas de Tajo.
Tras ello, cada familia del grupo pagó su cuenta, y la primera dama, que estuvo muy amable, marchó muy contenta y agradecida y con un regalo de la casa, un arca de talla rondeña con el Tajo grabado, declaró José Manuel López.
Michelle conoce el festejo taurino
Aún recientes los ecos del debate en España sobre los toros tras prohibir el Parlamento catalán las corridas en Cataluña desde 2012, Michelle Obama en la plaza de Ronda -el edificio construido en piedra ex profeso para juegos taurinos y ecuestres más antiguo de España- se interesó por la fiesta taurina. Le explicaron cómo se desarrolla el festejo y la función de los picadores y recorrió los chiqueros y corrales.
Se fotografió con el hermano mayor de la Real Maestranza, el marqués de Salvatierra, Rafael Atienza, y dió por concluida su visita a Ronda, en la que se mostró con el guía como «una cliente más, no altiva, simpática, sonriente» y al que comentó que «le ha encantado la ciudad».
Para el guía Naranjo, fue «una experiencia maravillosa» que empezó diciéndole a la primera dama que no le hacía falta guía para visitar Ronda, ciudad que vivió con gran expectación la llegada de los Obama e hizo revivir el ambiente de cada primer sábado de septiembre con motivo de su tradicional Corrida Goyesca de toros.