El sindicato SOMA-FIA-UGT ultima los preparativos de la fiesta minera astur-leonesa que celebrará este domingo en la localidad de Rodiezmo (León), y que por vez primera no contará con la intervención de José Luis Rodríguez Zapatero desde que éste fue investido como presidente del Gobierno. Pese a esa ausencia, los organizadores esperan la presencia de más de 30.000 personas en un acto que aseguran que tendrá un claro carácter reivindicativo y que se desarrollará a veinticuatro días de la huelga general convocada por los sindicatos nacionales mayoritarios.
Es seguro, ya que así lo han avanzado los responsables de SOMA-FIA-UGT, que en las intervenciones de los representantes de esta fuerza sindical, entre ellos su máximo líder, Cándido Méndez, se expliciten las discrepancias con la reforma laboral impulsada por el Gobierno.
Zapatero, según fuentes de la Moncloa, no acudirá a Rodiezmo como gesto de respeto a la posición y el discurso de UGT en la actual coyuntura económica, pero no renuncia a acudir en próximas ediciones de una celebración a la que ha asistido muchos años incluso antes de asumir la jefatura del Ejecutivo.
En esta ocasión, no desea interferir con su presencia en un acto de naturaleza sindical, pero sí ha querido dejar claro su respeto y afecto por UGT y por los mineros de Asturias y de León.
A la ausencia de Zapatero se sumarán las de otros miembros del Gobierno o de la cúpula del PSOE que estuvieron presentes el año pasado, como la de la ministra Bibiana Aído o la de la secretaria de Organización socialista, Leire Pajín.
La representación de la Ejecutiva Federal del PSOE recaerá en su secretario de Libertades Públicas y derechos de la Ciudadanía, el diputado asturiano Álvaro Cuesta.
Sin embargo, otros destacados representantes socialistas sí se trasladarán hasta la campa de Rodiezmo e intervendrán en el acto.
Es el caso del ex vicepresidente del Gobierno y ex vicesecretario general socialista, Alfonso Guerra -un invitado habitual en esta fiesta-, y del presidente de Asturias, Vicente Álvarez Areces.
Areces acudirá por última vez como presidente asturiano, ya que ha avanzado su intención de no concurrir a las elecciones autonómicas del próximo mes de mayo.
Desde que Zapatero fue investido presidente había aprovechado su intervención en Rodiezmo para abrir el curso político y para expresar su especial compromiso con las políticas sociales.
Así, desde 2004 había anunciado cada año en esa localidad leonesa una subida especial de las pensiones mínimas.
Algo que no será posible para el próximo ejercicio debido al plan de austeridad del Gobierno que tiene como objetivo controlar las cuentas públicas y reducir el déficit.