El vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, ha considerado este miércoles que es necesario reaccionar con firmeza ante «populismos que están degenerando en tintes xenófobos» y en actuaciones «incompatibles» con la concepción de lo que son los derechos humanos.
En un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum, Almunia se ha referido así al anuncio hecho este martes por la comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, de que propondrá a la CE la apertura de un expediente a Francia por la expulsión de gitanos comunitarios, tras conocerse que la policía gala recibió órdenes del Gobierno de desmantelar campamentos de inmigrantes, en especial rumanos.
Almunia calificó el caso de los gitanos rumanos en Francia como «trágico» y señaló que «existe la tentación» por parte de algunos países centrales de la UE de «tratar de sacar la cabeza con algunas orientaciones y pulsiones proteccionistas» y «populistas» después de que la crisis económica les haya «rebajado el apoyo político».
En el mismo sentido que Viviane Reding, Almunia cree que «hay materia» para abrir un «procedimiento de infracción» a Francia y ha lamentado que finalmente la reunión celebrada a finales de agosto entre dos representantes del Gobierno francés y tres comisarios europeos, para evitar la confrontación y facilitar una solución, finalmente no haya dado los frutos deseados.
Almunia ha apuntado que la Comisión Europea no está dispuesta «a mirar para otro lado» cuando se están conculcando normas fundamentales, no sólo de directivas europeas como es la libre circulación, sino de la concepción de los derechos humanos fundamentales.
Por ello, Almunia considera necesario que los gobiernos europeos reaccionen «frente a cualquier tentación de erosionar lo que es nuestro modelo de sociedad y lo que es una «sociedad abierta».
A juicio del vicepresidente de la CE, la extensión de los populismos «es muy preocupante» porque éstos «ganan terreno».
En cualquier caso, Almunia ha diferenciado entre populismos que «simplemente» son «manifestaciones demagógicas, que aprovechan la debilidad de las fuerzas políticas tradicionales, de las instituciones» y los populismos que «están degenerando en tintes xenófobos» y en actuaciones incompatibles con los derechos humanos.