El Tribunal de lo Criminal de París abrió el juicio contra Miren Itxaso Zaldúa Iriberri y José Segurola Querejeta, acusados de estar al frente de la estructura logística del aparato militar de ETA al ser detenidos en marzo de 2005, y contra Oihan Barandalla Goñi, inculpado por prestarles apoyo.
El juicio, programado hasta el próximo día 24, servirá en particular para establecer las misiones que Zaldua (de 38 años), «Ataka, considerada la jefa de la logística militar de la banda, y Segurola (de 34 años), su lugarteniente, cumplían en un piso de Saint Gaudens (sur de Francia).
Según la acusación, esa vivienda que la pareja ocupó desde finales de 2004 y hasta su detención, funcionaba como un taller de fabricación y almacenamiento de bombas que se entregaban a comandos que cometían atentados en España.
En ese periodo, por el piso circuló abundante armamento y cientos de kilos de materiales explosivos, y de acuerdo con las pruebas recopiladas, una parte procedía de dos robos cometidos a mano armada en la empresa Titanite cerca de Grenoble (este de Francia) en marzo de 2001 por un comando de ETA.
La vivienda de Saint Gaudens había sido alquilada en diciembre de 2004 por Barandalla, quien también había alquilado un garaje para Zaldúa y Segurola en la cercana localidad de Lannemezan, donde ambos fueron arrestados el 23 de marzo de 2005 tras varias semanas de vigilancia policial.
Los documentos y ficheros que los dos tenían en su poder daban cuenta de sus relaciones con los más altos dirigentes del aparato militar de la época como Pedro Esquisábel, Garikoitz Aspiazu, «Txeroki, Gorka Palacios o Asier Eceiza.
Zaldúa está imputada por 27 cargos, incluidos los de pertenencia a una organización terrorista, transporte y tenencia de armas, fabricación, transporte y tenencia de explosivos, documentación falsa, receptación de vehículos a sabiendas de que eran robados o uso de dinero de ETA procedente de la extorsión a empresarios, el llamado «impuesto revolucionario».
A Segurola se le reprochan 32 delitos, esencialmente los mismos que a Zaldúa, pero también haber compartido con Gorka Palacios un piso en Tarbes entre junio de 2003 y comienzos de 2004.
Igualmente se le atribuye la entrega de un furgón bomba a Gorka Vidal Álvaro e Irkus Badillo Borde, detenidos el 29 de febrero de 2004 con un vehículo cargado con 536 kilos se explosivo cerca de Madrid.
Barandalla (de 34 años) fue capturado en otra operación policial el 1 de septiembre del año pasado junto a los presuntos etarras Luis Ignacio Iruretagoyena, Alaitz Aramendi y Ander Andonegui.
En este proceso está imputado por 18 cargos por su asistencia a la pareja, y en particular el alquiler de los bienes inmobiliarios que Zaldua y Segurola utilizaban, todo ello utilizando documentación falsa y dinero procedente del llamado «impuesto revolucionario».