Labordetafalleció en torno a las 01:00 horas de esta madrugada en el Hospital Miguel Servet de la capital aragonesa al que fue trasladado esta semana al agravarse su estado de salud, que lo tenía postrado en su casa desde hace varios meses.
«Con profunda tristeza te comunico que José Antonio Labordeta ha fallecido hace unos minutos, ha informado CHA mediante un mensaje telefónico de la muerte del cantautor y político, al que se le diagnosticó en 2006 un cáncer de próstata, cuando aún era diputado.
Desde octubre del año pasado su salud había empeorado y había tenido que ser hospitalizado en alguna ocasión, siempre arropado por su mujer y sus tres hijas.
Durante el tiempo que ha estado postrado en su casa, ha recibido la visita de sus muchos amigos, con los que comentaba la actualidad del país, asuntos de literatura, música o de fútbol, ya que era un fiel seguidor del Real Zaragoza, y hasta condecoraciones oficiales.
El último acto público que protagonizó se produjo el pasado día 6 de septiembre, cuando recibió en su casa a los ministros de Defensa, Carme Chacón, y Educación, Ángel Gabilondo, quienes le entregaron la Gran Cruz de la Orden Civil Alfonso X El Sabio.
Este reconocimiento se lo concedió el Gobierno de España, que también le otorgó la medalla al Trabajo, por su sabiduría, su pasión, sus convicciones y su defensa de la libertad y el pueblo.
La voz de la bondad, la justicia y la libertad
La ministra Chacón destacó entonces que este tipo de reconocimientos dan prestigio a quien los recibe, pero hay veces que, por el contrario, el premiado «da prestigio a las distinciones, como es el caso de José Antonio Labordeta.
Una persona, dijo, que durante toda su trayectoria vital ha puesto voz a la bondad, a la justicia y a la libertad, primero cantando, después «con la mochila a cuestas» y luego en la tribuna del Congreso «con momentos memorables de poesía o con una voz más popular».
Labordeta presentó en mayo pasado el ultimo libro que escribió, con el título «Regular, gracias a Dios, una obra marcada por el cáncer de próstata que le detectaron en 2006, en el que expresa su gratitud a su familia, a los amigos y los sanitarios que le han atendido en esta etapa.
Es un libro escrito «a tajos, dijo en un encuentro con los medios de comunicación, tras volver a su casa después de un tratamiento médico en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza, a cuyo personal se lo dedicó, por la dureza que le supuso escribir entre cada estancia clínica.
Su convivencia con el cáncer, «un mazazo que le dan a uno en la cabeza, dijo en una entrevista con Efe, está insertada en cada capítulo de este libro, porque Labordeta cree que la gente debería hablar de sus problemas, algunos «dramas muy gordos» al lado de los cuales el suyo «no es nada».
Pero Labordeta, que era catedrático de filosofía, estaba contento con su vida. «Tengo una mujer que funciona de maravilla, tres hijas, dos nietas, una morena y otra rubia, un yerno que canta muy bien y no cambiaría nada. Tengo muchos amigos, estoy muy contento con lo que me ha tocado, dijo.
Aún pretendía escribir un nuevo libro de tema policiaco, pero se lo ha impedido el agravamiento de su salud en los últimos meses, en los que ha expresado su gratitud por las muchas muestras de cariño y reconocimientos de todo tipo que ha recibido, incluido un homenaje de sus amigos del mundo de la música en el Teatro Principal de Zaragoza, en el que participaron Miguel Ríos, Víctor Manuel, Ana Belén, Rosana o Carmen París.
Entre otros, el ser pregonero de las Fiestas del Pilar del pasado año, cuando miles de personas congregados en la plaza cantaron con él su «Canto a la libertad, su composición más reconocida, un himno de la transición democrática que interpretó con su guitarra en toda España.