La portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, ha recriminado a María Teresa Fernández de la Vega que destituyera a Belén Barreiro al frente del CIS por negarse a retrasar un sondeo sobre intención de voto. La número dos del Gobierno aseguró que ése no es el motivo del relevo y que el cambio de fechas de la encuesta les fue comunicado en junio por escrito y mediante una llamada del secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José de Francisco y que ningún portavoz parlamentario puso objeciones.
El motivo oficial para cambiar de fecha el trabajo de campo de la encuesta de julio fue que se hiciera después del debate sobre el estado de la nación y recogiera el efecto en la opinión de los encuestados. Habitualmente se hace en la primera semana del mes. El entorno de la vicepresidenta niega que ese cambio esté detrás del cese de Barreiros y califica el asunto de «polémica estéril».
En el PP opinan que se deshicieron «de quien les dice lo que no quieren escuchar» y quieren que De la Vega comparezca para dar explicaciones. Su interpretación es que el Gobierno sólo quería alejar el sondeo de la fecha del 12 de mayo, cuando se aprobó el tijeretazo con la congelación de las pensiones y la reducción del sueldo de los funcionarios. Además, no tienen constancia de que la cuestión les fuera comunicada por escrito y destacan que el cambio se hizo como un «hecho consumado» y no como una propuesta.
La vicepresidenta, muy molesta, acusó al PP de dedicar todas sus energías «a intoxicar y torpedear cualquier propuesta positiva» porque «tienen puesto el GPS con el único objetivo de llegar a la Moncloa». De la Vega recomendó a Sáenz de Santamaría y los suyos que no tengan «tanta prisa» porque falta mucho para que las elecciones generales y es posible que los ciudadanos los dejen «cuatro años más en el banquillo». La respuesta del PP fue que la falta de credibilidad es un problema que afecta a todo el Gobierno y que varios de sus miembros están más preocupados por «figurar en un cartel electoral» en el que no figura Zapatero.