El lehendakari, Patxi López, ha pedido este jueves a todos los partidos un «último esfuerzo» de «unidad y firmeza» en la lucha contra el terrorismo en un momento en el que se está «tocando con la punta de los dedos el fin de la violencia».
López ha abierto el pleno de Política General con el que el Parlamento Vasco inaugura el curso político con un discurso en el que ha anunciado una serie de medidas para garantizar la sostenibilidad del sistema de bienestar, y ha defendido la política de «firmeza democrática y tolerancia cero contra el terror».
El lehendakari ha asegurado que se está «ganando definitivamente la batalla al terrorismo de ETA» gracias, entre otras cosas, a la «posición clara del Gobierno» y al «liderazgo firme y sin fisuras para terminar» con la organización terrorista.
«Lo demandaba la sociedad vasca y, ahora, la inmensa mayoría de los vascos apoya esta política antiterrorista del Gobierno, ha considerado López, quien ha apelado a los partidos a que no se dejen llevar por la «premura del deseo» del fin de la violencia y se mantenga la actual posición.
Ha defendido que su Gobierno es el «más fuerte y estable de la última década» en Euskadi gracias al apoyo del PP para «terminar con la confrontación permanente, buscar la unidad para luchar contra el terrorismo, defender la legalidad, la democracia y la libertad y avanzar en el desarrollo de una Euskadi plural y diversa».
El lehendakari ha valorado que en el País Vasco se ha puesto fin a un «ciclo de debates identitarios y de división social, con un Gobierno anterior que «pretendía avanzar sólo con la mitad de los ciudadanos, con «identidades construidas con calzador» y con «luchas por vencer una mitad a la otra mitad».
El lehendakari ha hecho cinco propuestas para garantizar en el futuro el Estado del Bienestar y, para no «repartir pobreza, ha apostado por aumentar la productividad de la economía para tener mayor riqueza y recursos.
Ha anunciado unas «cuentas públicas saneadas, para lo que presentará un proyecto de presupuestos para 2011 con «ahorro positivo» y en el que sólo se destinará a gasto corriente recursos obtenidos con ingresos ordinarios.
Ha planteado un esfuerzo para que nadie utilice los servicios y las ayudas públicas de forma «fraudulenta o abusiva» a través de la recién creada Alta Inspección de los Servicios Sociales.
Su cuarta propuesta ha sido asentar una administración «eficiente y austera que no derroche los recursos públicos» y, por último, ha anunciado un debate y una reflexión «serena» sobre la fiscalidad en Euskadi, un debate no sobre qué impuestos se quiere pagar sino sobre qué «servicios se esperan recibir».