El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó que no rectificará la reforma laboral a pesar de lo que han pedido los sindicatos porque es «imprescindible» y necesaria para el país.
En unas declaraciones a RNE, Zapatero dijo que reanudará el diálogo social cuando haya nombrado a un nuevo ministro de Trabajo, a mediados de octubre, pero subrayó que «hay que trabajar con prudencia» y no «levantar expectativas».
El presidente insistió en que las reformas que ha acometido el Gobierno son «duras» y «difíciles», pero que permitirán una senda de «estabilidad de las cuentas públicas ante el mundo», y una recuperación económica «que va a ser lenta».
Respecto a las pensiones, el presidente del Gobierno ha señalado que está abierto a un diálogo con los sindicatos para llegar a un acuerdo. Asegura que la reforma de las prestaciones a los jubilados son a medio plazo, pero insiste en que es necesario llevarlas a cabo ahora para «ganar tiempo al futuro». El presidente no ha querido adelantar nada más a este respecto pese a la insistencia de los periodistas.
Desempleo y previsones
Al ser preguntado por una nueva subida de la tasa de desempleo, el jefe del Ejecutivo ha respondido que prevé que el paro crezca en septiembre porque, ha recordado, es un mes en el que suele aumentar el desempleo.
Zapatero ha dicho que todavía habrá altas tasas de paro en el futuro, pero que si la reforma laboral genera los efectos que quiere el Ejecutivo se irá mejorando el empleo, «que es lo último que se recupera» después de una crisis económica.
No obstante, ha añadido que las medidas tomadas para reducir el déficit y las reformas acometidas por el Gobierno consolidarán el crecimiento económico, que «va a ser débil» en lo que queda de año, pero que «poco a poco» irá mejorando el año que viene.
Respecto al nuevo ministro de Trabajo, que será nombrado a mediados de octubre, ha dicho «es difícil» que no tenga un perfil político pero que, sobre todo, tendrá «ambición renovadora» para introducir cambios profundos en el sistema público de empleo y de las políticas activas.
El ATC y su ubicación
El presidente ha señalado que Zarra (Valencia) es el destino «preferente» para el almacén temporal centralizado (ATC) de residuos nucleares, pero ha considerado «imprescindible» que cuente con la colaboración de las autoridades autonómicas y locales.
Zapatero ha apostado por ese apoyo institucional en el que, ha dicho, está trabajando el ministro de Industria, Miguel Sebastián.
Por el momento, el Gobierno de la Comunitat Valenciana liderado por Francisco Camps se ha opuesto a la elección de Zarra, cuyo Ayuntamiento defiende la candidatura.
Zapatero ha señalado que cuando concluya el análisis que está realizando el Gobierno se adoptará una decisión, pero no ha puesto una fecha; a su juicio, se trata de una decisión «difícil, pero necesaria».
El ejemplo de lo que ha ocurrido en otros países, según ha apuntado, demuestra que la ubicación de este tipo de almacenes siempre es contestada en un primer momento, aunque después se genera desarrollo en la zona y «se disipan los problemas». «Una decisión difícil a corto, pero allí donde se instala beneficiosa a medio y largo plazo», ha resumido.A pesar de que el Gobierno valenciano hizo público hace dos semanas que el Ministerio de Industria le había informado de que Zarra era la localidad elegida para el ATC, el Consejo de Ministros decidió esperar a tomar la decisión definitiva.
El retraso fue atribuido por los medios de comunicación a las discrepancias entre Sebastián y la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, pero Zapatero ha negado hoy que haya «disensión» en el gabinete.
Lo que está haciendo el Ejecutivo, ha insistido, es «una evaluación muy exhaustiva del sitio». La opción «preferente» sigue siendo Zarra, pero «para que se consolide», ha advertido, el Gobierno quiere que cuente apoyo del resto de las administraciones implicadas.
La situación en Ecuador
Zapatero, ha alabado la «entereza y fortaleza» con que encontró al presidente ecuatoriano, Rafael Correa, con quien habló anoche para transmitirle el apoyo de España ante la sublevación de la Policía y ha señalado que parece que la situación se ha resuelto.
El presidente ha dicho que, en su conversación con Correa, éste le explicó los «duros acontecimientos, increíbles, que se habían producido» por la sublevación de la Policía a causa de ley que acaba de aprobar el Parlamento.
Correa contó a Zapatero, según ha indicado el presidente, que se había producido un motín, que estaba secuestrado en un hospital, pero que no iba a ceder «bajo ningún concepto» y menos a una ley aprobada por el Parlamento.
El jefe del Ejecutivo ha agregado que por las noticias que tiene de esta mañana «afortunadamente» parece que la situación se ha resuelto con la intervención del Ejército, que ha sido leal al Gobierno democráticamente elegido y, en consecuencia, se restituye la institucionalidad.
«Vamos a ver el alcance que tenía esta acción», ha indicado Rodríguez Zapatero, quien ha afirmado que lo sucedido en Ecuador es «preocupante» y que sería «gravísimo» que otro país latinoamericano viviera otro golpe de Estado.
Por ello, ha dicho que la comunidad internacional debe actuar «con contundencia» para que se respete la democracia en Latinoamérica.
Ha contado que ayer encontró a Correa «en parte sorprendido» y ha señalado que, sabiéndose secuestrado y en situación de riesgo, le llamó la atención la entereza y fortaleza del presidente ecuatoriano.