El PSC se desmarca de las multas lingüísticas en su programa para las elecciones al Parlament y apuesta por el «fomento» de la lengua catalana pero no desde «la coacción ni el enfrentamiento».
Los socialistas reunirán este fin de semana a su conferencia nacional para aprobar el programa electoral, cuyo texto base, a falta de incluir las enmiendas que se aprueben, han presentado este viernes el responsable del programa, Pep Martí, y uno de los miembros del comité de campaña del PSC Rocío Martínez-Sampere.
En el ámbito de la política lingüística, el programa de los socialistas establece: «Trabajaremos desde el fomento, no desde la coacción ni el enfrentamiento. Las sanciones no son una buena práctica para una política lingüística en positivo».
Martí y Martínez-Sampere han explicado que no es que el PSC se proponga cambiar la ley de política lingüística para suprimir las multas, pero sí quiere replantear la manera de abordar el asunto.
En este sentido, los socialistas son partidarios de no poner el «acento» de la política lingüística del Govern en las multas y sí en intentar «convencer», por ejemplo, a aquellos comerciantes que aún se resistan a rotular sus negocios como mínimo en catalán, como marca la ley.
Según Martínez-Sampere, el número de comerciantes que se niegan en redondo a incluir el catalán en sus rótulos por razones ideológicas es «pequeñísimo».
En última instancia, y sólo para estos casos extremos, se puede recurrir a la sanción, pero en el resto de ocasiones, según los socialistas, hay que intentar actuar con métodos más persuasivos, como por ejemplo facilitar créditos para modificar los rótulos.