La ex vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha asegurado hoy que aunque debe renunciar a su acta de diputada para formar parte del Consejo de Estado, a lo que nunca renunciará es al proyecto del PSOE, «a las ideas que lo sustentan, y a los valores y principios que le guían».
Fernández de la Vega se ha despedido, visiblemente emocionada, de los diputados y senadores socialistas en la reunión habitual que mantiene el grupo parlamentario los martes, encuentro en el que estaban presentes los recién cesados ministros de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa.
«Renuncio, no sin gran pena, a mi acta de diputada, pero ni quiero ni puedo ni voy a renunciar a todos y cada uno de vosotros, al proyecto que nos une, a las ideas que lo sustentan y a los valores y principios que los guían», ha asegurado ante sus compañeros de grupo parlamentario, a quienes ha garantizado que siempre podrán contar con ella.
Para poder incorporarse al Consejo de Estado, Fernández de la Vega ha tenido que renunciar a su acta de diputada tras 14 años en el Congreso, desde que en 1996 obtuvo su primer escaño por Jaén.
«No sé si lograré encontrar una palabra que haga justicia a estos más de 14 años de imágenes, trabajo, esfuerzo, reuniones y campañas, de recuerdos, de alegrías y emociones compartidas», ha comenzado emocionada.
Y ha destacado de estos 14 años el «orgullo, honor y privilegio» de representar a los ciudadanos de Jaén, Segovia, Madrid y Valencia -circunscripciones por las que se ha presentado- y de participar en el proyecto de José Luis Rodríguez Zapatero junto a ex ministros como José Bono, Elena Espinosa,
Mariano Fernández Bermejo, Mercedes Cabrera o Moratinos, a quien ha recordado todas las «noches sin dormir». Durante todos estos años, ha dicho, el PSOE ha recogido «millones de votos, millones de ilusiones y esperanzas» de los ciudadanos, y gracias a eso «ha logrado transformar muchos antiguos sueños en realidades».
Con ese mismo espíritu de cambiar las cosas, de hacer reformas, debe seguir trabajando el PSOE, ha afirmado, porque el proyecto de Zapatero «todavía tiene mucho recorrido».
Se trata, ha insistido, de «esperanzas e ideales» que «merecen el trabajo de una vida entera», y por eso ha pedido al grupo socialista que trabaje «duro, con honradez y sinceridad» para volver a ganarse la confianza de los ciudadanos en las próximas elecciones», algo que ve posible porque «el futuro no está escrito, siempre lo hemos demostrado».
Un largo aplauso con todos los parlamentarios puestos en pie ha cerrado la intervención de la ex vicepresidenta primera, que ha recibido los abrazos de Moratinos, Espinosa, y de numerosos diputados y senadores, antes de abandonar la sala Ernest Lluc del Congreso del brazo de Alonso y Bono.
José Antonio Alonso, en una breve intervención antes de que tomara la palabra Fernández de la Vega, ha dicho de ella que es «una referencia indudable» en muchos aspectos, pero ha resumido su labor en una frase: «Ha representado con toda la potencia política con la que se podía hacerlo a todas las mujeres de este país».
«Ha sido una excelente vicepresidenta», ha continuado Alonso, quien ha asegurado que después de su paso de 14 años por el Congreso de los Diputados «su espíritu siempre estará aquí».