Los activistas prosaharauis a los que Marruecos impidió bajar del barco en el que viajaron desde Las Palmas a El Aaiún para visitar el campamento saharaui instalado al este de esa ciudad han pedido este lunes a su regreso que la ONU intervenga en el Sahara Occidental para evitar «una masacre».
Así lo ha manifestado una de las integrantes de la expedición canaria, Silvia Mesa, a su llegada al Puerto de la Luz y de Las Palmas, donde los activistas fueron recibidos por una treinta de saharauis que portaban banderas y gritaban consignas como «Dónde están los desaparecidos en el Sahara Occidental», «Fuera Marruecos del Sahara» o «Justicia y Libertad en el Sahara Occidental».
Mesa relató que además de a sus siete compañeros de la Plataforma Canaria de Apoyo al Pueblo Saharaui, la policía marroquí impidió bajar del barco de Naviera Armas a otros siete turistas españoles, que fueron acusados de «terrorismo».
Destacó que uno de ellos, una mujer que iba a encontrarse con familiares, está ingresada en el hospital militar de la ciudad marroquí tras sufrir un desvanecimiento en el buque por la ansiedad y la tensión que le generó la situación vivida a bordo.
Insistió en que «hay que seguir intentando entrar en los campamentos saharauis para que se sepa lo que está sucediendo allí» y explicó que este segundo viaje de la Plataforma tenía carácter solidario y el objetivo de solidarizarse con la familia del niño de 14 años «asesinado por parte de la policía marroquí» recientemente.
Silvia Mesa subrayó que en el barco en el que viajaron a El Aaiún iban 31 personas que acompañaban al vicecónsul de Marruecos en Canarias, grupo al que, según dijo, al llegar al puerto se le distribuyeron «vestimentas típicas saharauis, bocadillos, banderas marroquíes y la foto del rey de Marruecos para que bajaran y se manifestaran en contra» de los activistas.
Aseguró que a los españoles a los que sí se permitió desembarcar en El Aaiún «fueron agredidos e insultados» y obligados a «ondear bien alto la bandera marroquí», mientras que a los que, como el grupo de activistas, permanecieron retenidos en su interior, fueron sometidos a entrevistas por parte de «altos cargos de la policía marroquí», que, además de pedirles el pasaporte, les sacaron vídeos y fotografías con sus teléfonos móviles, pese a que el capitán del barco les pidió en varias ocasiones que no lo hicieran.
A juicio de estos activistas, la intervención de la ONU en el Sahara Occidental «es necesaria y precisa».
Así, Silvia Mesa afirmó que, de lo contrario, «no podemos lamentarnos después de que Marruecos haya cometido una masacre, bien por actuar contra los saharauis o bien por impedir que los saharauis sean capaces, como lo son perfectamente, de cubrir sus necesidades».
Aseguró que la Plataforma Canaria de Apoyo al Pueblo Saharaui «va a hacer todas las acciones que pueda para continuar denunciando y apoyando al pueblo saharaui y su libertad, allá, aquí, o donde sea necesario».
Recordó que el martes se inaugura un campamento en la Universidad de La Laguna en el que se desarrollarán múltiples actividades para sensibilizar a la población y solidarizarse con el instalado en el Sahara Occidental.