El embajador español ante la Santa Sede, Francisco Vázquez, ha dicho que es «indiferente» que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, asista o no a la misa del Papa en Barcelona ya que es «una visita técnicamente pastoral, no es una visita de Estado»·
En una entrevista en Onda Cero, recogida por Efe, Vázquez ha hecho hincapié en que el viaje del Papa, al ser pastoral, «es eminentemente religioso y no hay que verlo en claves tan políticas».
Ha recordado que «el Gobierno va estar institucionalmente presente» y así ha relatado que el sábado estarán en Santiago de Compostela el vicepresidente primero y los ministros de Justicia y Fomento y el domingo, en Barcelona, el presidente del Gobierno y el ministro de Presidencia mientras que en la misa de mañana, en Santiago, estará José Blanco y en la de Barcelona, Ramón Jáuregui.
Ha querido dejar claro que no se trata de una visita de Estado y ha asegurado que Benedicto XVI será arropado por todas las instituciones y «de manera especial» por el Gobierno de España que, junto a la familia real, el presidente del Congreso y las autoridades autonómicas y locales, estarán para «recibirlo, despedirlo y acompañarlo a las ceremonias».
A la pregunta de si es más importante el beneficio que deja el viaje o el derroche que supone, Vázquez ha comentado que los beneficios de un líder mundial que dirige la conciencia de más de 1.500 millones de ciudadanos de todo el mundo se mide en «beneficios espirituales y morales».
Vázquez ha insisto en que la visita del Papa «no tiene precio» y además, parte del viaje, lo pagan los católicos, las diócesis con las aportaciones voluntarias de los fieles.
El embajador ante la Santa Sede también ha lamentado que en el marco de la visita se hayan producido manifestaciones en las que achacaban al Papa la polémica de la pederastia cuando, ha dicho, ha sido precisamente Benedicto XVI quien ha cogido «al toro por los cuernos» ya que no se ha limitado «sólo a pedir perdón si no que ha editado normas rigurosas».