La ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez, ha hecho este lunes un llamamiento a la calma a Marruecos y al Frente Polisario tras el desalojo por la fuerza del campamento saharaui a las afueras de El Aaiún y les ha invitado a reanudar el diálogo en la ONU para buscar soluciones a esta crisis.
Jiménez, en declaraciones a los periodistas desde Bolivia donde se encuentra de visita oficial, ha asegurado que los tres activistas españoles que estaban acampados «están bien» y que las informaciones recibidas por las autoridades de Rabat apuntan a que hay cuatro gendarmes marroquíes muertos y numerosos heridos de ambas partes.
El Gobierno de Marruecos por ahora ha confirmado la muerte de dos agentes de las fuerzas del orden durante la operación de desmantelamiento del campamento de protesta saharaui de Gdaim Izik, cerca de El Aaiún, en la que también han resultado heridas al menos 70 personas y en el que se concentraban más de 2.000 saharauis alojados en 7.000 jaimas desde hace casi un mes.
Según Jiménez, existe todavía «mucha confusión», por lo que ha recomendado ser «prudentes» y que sea la ONU la que tome las riendas y lidere la búsqueda de una solución, al no ser un asunto que deba tratarse en el ámbito bilateral entre España y Marruecos. «Es un asunto que debe abordarse en el ámbito de la comunidad internacional. La ONU debería hacer algún tipo de pronunciamiento», ha afirmado.
La jefa de la diplomacia española ha pedido «contención y calma» a Marruecos y el Polisario y que celebren «cuanto antes» las conversaciones informales que tenían previsto reanudar este lunes en Nueva York bajo los auspicios de Naciones Unidas. De este modo, ha añadido, se lograría introducir un «elemento de diálogo y calma absolutamente imprescindible para que el conflicto no sea mayor» y se busquen «soluciones estables» para responder a las reivindicaciones de los saharauis de El Aaiún.
Jiménez ha hecho hincapié en que los tres españoles que estaban en el interior del campamento se encuentran en buen estado. La ministra está en permanente contacto con el embajador de España en el reino alauí, Alberto Navarro, y con las autoridades consulares. También ha expresado su «preocupación» por lo ocurrido en las últimas horas en el campamento situado a las afueras de El Aaiún, la capital administrativa del Sahara Occidental. «La situación es compleja. Hay mucha confusión en torno a los sucesos. La información tan confusa que nos está llegando por las partes y por las autoridades no nos permite en este momento hacer una evaluación», ha insistido.
Jiménez ha apuntado que no ha hablado aún con su colega marroquí, Taib Fasi Fihri, y ha hecho hincapié en que esta crisis no debe verse desde un punto de vista bilateral, sino en el marco de la comunidad internacional.
La «flamante» ministra, Trinidad Jiménez, subrayó Meyer, tiene que poner «cara seria» y decirle al Gobierno de Rabat que «hasta aquí hemos llegado» y plantarse ante los ataques a la prensa española, al incidente de este domingo en el que el eurodiputado se vio involucrado y a la violación sistemática de los derechos humanos por parte de Marruecos.
Meyer, en una rueda de prensa junto al líder de IU, Cayo Lara, en la sede de la formación, tiene claro que Marruecos no quiere testigos y teme que se produzca una catástrofe humanitaria en este territorio autónomo.
De esta situación Willy Meyer hizo «cómplices» al Gobierno español y a la Unión Europea, al tiempo que advirtió de que esto puede derivar en que el Frente Polisario, hasta ahora a favor de una salida dialogada al conflicto, opte por tomar las armas.
En este contexto, el coordinador de IU, Cayo Lara, ha enviado sendas cartas a Trinidad Jiménez y la alta representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, Catherine Margaret Ashton, en las que explica que el viaje de este domingo de Meyer, a quien junto a tres periodistas españoles se le impidió desembarcar del avión en el aeropuerto de El Aaiún, era en calidad de «observador» para visitar los campamentos saharauis.
Recuerda en las misivas que el Sáhara Occidental es uno de los dieciséis territorios no autónomos que quedan en el mundo bajo la supervisión del Comité de Descolonización de la ONU y, por tanto, Meyer no pretendía viajar a «un territorio marroquí».
Emplaza al Gobierno español y a la UE a pedir explicaciones a Rabat por las «flagrantes y reiteradas» violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional y, al mismo tiempo, reclama a Bruselas que revise el estatuto de asociación avanzado que tiene suscrito con el país magrebí.
También en las cartas se mencionan algunos de los últimos episodios contra la prensa española, como la agresión a los informadores de TVE y la Cadena Ser cuando cubrían la semana pasada el juicio de activistas saharauis en Casablanca.
Y fuera de estos escritos, Willy Meyer calificó de «absolutamente lamentables» los silencios de Trinidad Jiménez ante las descalificaciones e «insultos» de su homólogo marroquí, Taib Fasib Fihri, a los medios de comunicación de España en la rueda de prensa conjunta que ofrecieron durante la visita de éste a Madrid hace unos días.
Los dos dirigentes han hecho un llamamiento a la movilización ciudadana para colaborar en poner fin a las operaciones «represivas» de Marruecos en el Sáhara y que se acuda a una primera manifestación que tendrá lugar en Madrid el próximo sábado.