El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, no ha logrado este miércoles un compromiso por parte del presidente del Gobierno, Jose Luis Rodríguez Zapatero, para refinanciar la deuda del Ayuntamiento, lo que, ha advertido, repercutirá en el pago a los proveedores.
Gallardón ha ofrecido una rueda de prensa en el Palacio de La Moncloa tras reunirse durante más de una hora con Zapatero para pedirle que todas las entidades locales puedan refinanciar su deuda hasta un importe máximo del 80 por ciento de los vencimientos de la misma, una reclamación que es respaldada por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
El alcalde ha explicado que esta negativa del jefe del Ejecutivo obligará a convertir deuda financiera en deuda comercial y por lo tanto retrasará el pago a los proveedores, muchos de ellos pymes, incumpliendo así la Ley de Morosidad.
«Es una mala noticia para los proveedores», ha destacado Gallardón.
El alcalde ha asegurado en cambio que no se verá afectado el pago de las nóminas del Ayuntamiento, «la vida interna del Consistorio» ni los servicios sociales de los que se benefician los más perjudicados por la crisis.
La única reclamación que ha aceptado Zapatero de las planteadas por Gallardón ha sido la subrogación de la deuda de la sociedad Madrid Calle 30 por el Ayuntamiento, lo que supone una mejora técnica y económica porque se consigue «un cierto ahorro» en los seguros que hay que contratar y en determinados tributos como el IVA.
No obstante, ha dejado claro que con este acuerdo «no se modifica el volumen de la deuda» del Consistorio como tal.
Ha reconocido que ha salido «decepcionado» de la reunión y que no tiene «ningún elemento de optimismo» que le permita pensar que el Gobierno va a permitir la refinanciación de la deuda.
Sin embargo, ha subrayado que todavía tiene tiempo para reconsiderar su posición, hasta que se voten las enmiendas a los Presupuestos Generales del Estado en el Parlamento.
«Hasta que no se produzca la votación, todos tenemos la obligación de seguir luchando», ha agregado.
Si no cambia su postura, el Ayuntamiento mantendrá «lógicamente» el recurso contencioso administrativo presentado recientemente ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Preguntado por si ha recibido algún reproche por el nivel de deuda que ha alcanzado el Ayuntamiento, ha recordado que Madrid «no tiene ninguna dificultad para pagarla» y que dedica a ello 3,4 euros de cada 100, mientras que la Administración central destina 10.
«Si alguien hace un reproche al Ayuntamiento de Madrid tendría que multiplicar por tres el reproche a sí mismo», ya que la situación del Consistorio es «tres veces mejor» que la del Estado, ha añadido.
El argumento que el presidente del Ejecutivo ha esgrimido para justificar su postura es que ha adquirido compromisos internacionales para reducir la deuda, pero el alcalde le ha recriminado que sólo se hayan fijado restricciones para las entidades locales.
A su juicio se trata de una «discriminación legal», sobre todo teniendo en cuenta que, de toda la deuda pública, aproximadamente el 77% corresponde a la Administración central, el 16% a las comunidades autónomas y sólo el 6,3% a los ayuntamientos.
Ha explicado que, tras el resultado de la reunión de hoy, el Ayuntamiento de Madrid aprobará unos presupuestos que no incluyan la refinanciación de la deuda.
Gallardón ha precisado, a preguntas de los periodistas, que habla «todos los días» con el presidente de su partido, Mariano Rajoy, a quien hoy ha llamado antes de la reunión y con quien ha dicho que volvería a hablar tras atender a los medios de comunicación en La Moncloa.
La reunión, según sus palabras, ha sido «intensa en cuanto a argumentación de todo lo tratado» y ha discurrido en un tono «de absoluta concentración» y «absolutamente normal».
Fuentes del Ejecutivo no han querido hacer comentarios sobre el contenido del encuentro y han dejado su resumen en manos de Gallardón.