El aumento de más de 15.000 votos cosechado por Ciutadans no basta para dotarles del grupo parlamentario propio a que aspiraba, pero el partido cree un éxito histórico ese ascenso que consolida sus 3 diputados en una segunda legislatura, algo inédito en el Parlament para los partidos nuevos.
«Estamos muy satisfechos de los resultados electorales», ha asegurado este domingo eufórico el presidente de Ciutadans, Albert Rivera, ante centenares de militantes congregados en el Hotel Gallery de Barcelona, a los que ha acabado proclamando que su formación ha venido «para quedarse muchos años».
El líder de Ciutadans ha celebrado que su partido haya aumentado miles de votos en toda Cataluña y haya rozado el cuarto diputado, mientras reconocía que, hace un año, «seguramente nadie pensaba» que su formación podría no sólo consolidarse, sino también crecer.
En ese sentido, se ha mostrado orgulloso de dirigir el único partido de nueva creación que en 30 años, desde la creación del Parlament catalán, logra mantenerse en una segunda legislatura, tras intentos fallidos como el del Partido Andalucista.
La imposibilidad de lograr grupo propio coloca a Ciutadans en la complicada tesitura de tener que compartir el Grupo Mixto con los cuatro diputados de la Solidaritat Catalana de Joan Laporta, en sus antípodas ideológicas, una circunstancia a la que Rivera no ha hecho ninguna referencia en su discurso ante los militantes.
El director de campaña de Ciutadans, José Manuel Villegas, ha restado importancia a ese hecho, al que ha calificado como un mero «problema de intendencia».
Albert Rivera se ha arrogado los votos de aquellos ciudadanos «que están hartos de que el nacionalismo sea la única opción que gobierna, y sólo tiene comparsas a su lado» y ha reafirmado su compromiso con esos ideales, un discurso que los seguidores han aclamado al grito de «libertad, libertad».
Aunque algunas encuestas daban a Ciutadans votos de sobras para lograr cómodamente grupo parlamentario propio, Albert Rivera ha opinado que ha sido «difícil» el aumento de sufragios conseguido que, según datos que ha ofrecido en su discurso, se traducen en un 60% más en Lleida y el doble en Girona, así como un porcentaje de apoyos de 3% y de casi un 4% en Tarragona y Barcelona, respectivamente.