Los portavoces del sindicato de controladores aéreos USCA no quieren hacer declaraciones públicas por la incertidumbre que supone estar sometidos a un régimen militar, después de que el Gobierno declarara el estado de alarma.
Así señaló este sábado el secretario de Comunicación de USCA, César Cabo, para quien existe una incertidumbre respecto a la vigencia del propio sindicato en estado de alarma, que durará quince días prorrogables con la autorización del Congreso de los Diputados.
El estado de alarma implica movilizar militarmente a todos los controladores y si alguno no acude a su puesto pasará inmediatamente a disposición judicial acusado de un delito que puede implicar penas graves de prisión.
Ante la duda planteada por este limbo legal, el sindicato prefiere de momento mantener la prudencia, aunque sus portavoces tienen abiertas sus líneas de teléfono para cualquier consulta que quieran realizarles los medios de comunicación, aseguró Cobo.
Insistió en que el sindicato prefiere no hablar en público, dado que no sabe si, bajo el régimen militar en el que se encuentra el colectivo de controladores aéreos, pueden o no hacer declaraciones públicas.