El presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, afirmó este sábado que si es presidente del Gobierno rebajará la tasa de desempleo a la mitad, porque, en su opinión, su formación está preparada para acometer lo que ya hicieron en el pasado y lo que deberán volver a hacer «para sacar a España de la situación en que se encuentra».
Rajoy clausuró este sábado un acto público de su partido en Cáceres, en el que ha estado acompañado del candidato a la Presidencia de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, y la candidata a la Alcaldía de la capital cacereña, Elena Nevado, entre otros dirigentes del PP.
Ante cerca de 3.000 espectadores, el líder del PP ha subrayado que en el año 1996 su partido se encontró un país con un 22 por ciento de desempleo.
«La herencia que le dejamos en 2004 al PSOE es que ese porcentaje se había rebajado al 10 por ciento, algo que deberemos volver a hacer, después de que éste haya vuelto a subir al 20 por ciento», explicó.
El jefe de la oposición indicó que para gobernar un país «hay que atender a una serie de lecciones, como decir siempre la verdad y reconocer en su momento la existencia de la crisis», y no mandar mensajes de que se está preparado para afrontarla o «los famosos brotes verdes, porque eso no sirve para nada y además desalienta».
También explicó que el presidente de un gobierno debe ser austero, «y no como ocurre en Extremadura, que dentro de poco habrá más altos cargos que extremeños, algo que a nivel nacional se traduce que en cuatro años se haya disparado la deuda pública a 287.000 millones de euros».
En este sentido abogó por hacer reformas, gobernar «sin improvisaciones ni ocurrencias, sino con un plan», y establecer una serie de compromisos «que se puedan cumplir, para que no pase lo de Zapatero, que aparenta ser el adalid de los derechos sociales y luego propicia el mayor recorte en política social de la historia».
«Sólo en la última semana, ZP ha protagonizado problemas con Marruecos, una ausencia, por primera vez en la historia, en una cumbre iberoamericana y el plante de los controladores», apuntó.
Asimismo, subrayó que «tanto talante sólo le ha servido para decretar, por primera vez en la democracia de España, el Estado de alarma», y ha añadido que el país «no tiene un problema de ideologías, sino de carencia de alguien que gobierne de verdad».
Rajoy aseguró que quedan 162 días para el cambio político en Extremadura, «porque esta región necesita de la alternancia, ya que después de 30 años del mismo gobierno, el proyecto del PSOE se ha agotado».
El presidente de los populares extremeños subrayó su compromiso con ubicar su «despacho en la calle», y ha afirmado que el primer decreto que firmará si gana las próximas elecciones autonómicas será para rebajar el número de consejerías de once a siete.
En su intervención, también se comprometió a reducir el número de altos cargos de la Junta de Extremadura a la mitad.