El presidente de la Generalitat en funciones y primer secretario del PSC, José Montilla, ha lamentado las hostilidades de algunos «amigos políticos», en alusión al PSOE, en la gestación del segundo tripartito, y ha señalado las municipales como una oportunidad para iniciar la renovación del PSC.
Montilla ha hecho estas declaraciones durante la presentación del informe político con el que ha dado inicio al consejo nacional del partido, y en el que también ha hecho autocrítica por su «falta de liderazgo» en el gobierno catalán en crisis puntuales como las nevadas, el incendio de Horta de Sant Joan y la Ley de Educación de Cataluña.
El líder de los socialistas catalanes ha repartido críticas también en el balance del segundo tripartito hacia sus socios de gobierno, ERC e ICV-EUiA, más preocupados -ha asegurado- de satisfacer a su electorado que no de gobernar para todo el país, y hacia el Gobierno que, a veces, «no puso las cosas fáciles».
Montilla ha recordado que la legislatura ya empezó de manera «no fácil» con la gestación de la renovación del pacto tripartito en un contexto de «hostilidad e incomprensión aquí en nuestra casa y fuera de nuestra casa, por parte de nuestros adversarios políticos y parte de nuestros amigos políticos, también».
El todavía presidente catalán ha admitido que ha tenido que luchar a lo largo de los cuatro años de legislatura contra la falta de cultura de gobierno de coalición, con unos socios más pendientes de su propio electorado que de gobernar y tomar decisiones impopulares, una práctica que su partido, ha remarcado Montilla, sí ha llevado a cabo.
A su vez, Montilla ha admitido «falta de liderazgo y de cohesión interna» en algunas crisis puntuales y ha puesto de manifiesto «cierta incapacidad de comunicar» por parte de su gobierno, aspecto que ha atribuido a la falta de un conseller con funciones de portavoz.
Cuestiones relevantes
Sobre su relación con el Gobierno, Montilla ha señalado que el ejecutivo central «no puso las cosas fáciles» en algunos temas relevantes como la financiación, el desarrollo del Estatut o la sentencia del Tribunal Constitucional.
En este sentido, ha destacado que, si bien la mayoría de estos casos han tenido un desenlace «positivo», han llevado consigo un proceso negociador «agotador», que ha «desgastado» tanto al ejecutivo catalán como al español.
Además, Montilla ha criticado que tanto la oposición como algunos medios de comunicación públicos y privados hayan juzgado a su gobierno a partir de prejuicios.
En cualquier caso, el presidente de la Generalitat en funciones ha desligado el resultado del 28 de noviembre, el peor cosechado por el PSC en toda la historia en unas autonómicas, a la campaña dirigida por Jaume Collboni, puesto que, aunque la campaña hubiera sido de matrícula, el resultado habría sido el mismo.
De cara al futuro, Montilla ha garantizado una oposición seria con la mano tendida al próximo gobierno catalán y ha instado a sus compañeros de partido a recuperar complicidades y sumar sensibilidades, volviendo a escuchar a la gente y vinculando el proyecto socialista a la política de proximidad municipal.
En este sentido, Montilla ha pedido a sus compañeros de partido que hagan una apuesta clara por el municipalismo y que centren sus esfuerzos a lograr un buen resultado en los próximos comicios locales del mes de mayo.
«Estas elecciones son una oportunidad para favorecer nuestro proceso de renovación y reflexión, no sólo porque los resultados favorecerán o debilitarán liderazgos, sino porque buena parte del camino de renovación política que tenemos que hacer lo tenemos que vincular a la proximidad», ha indicado Montilla.
Por todo esto, Montilla entiende que las municipales de mayo suponen una oportunidad «para tratar de hacer las cosas mejor», volver a escuchar a la gente y recuperar su lenguaje.