El diputado del PSOE José Antonio Pérez Tapias, de la corriente Izquierda Socialista, criticó duramente el «empeño» del Gobierno de alargar la jubilación a los 67 años, una medida que tildó como «un gesto inútil hacia los mercados», por lo que ha pedido resistir y «no sucumbir servilmente».
En la última entrada de su blog en internet, Pérez Tapias subraya que una amplia mayoría de la sociedad española no suscribe esa medida, «y no porque no se explique bien -opina-, sino sencilla y llanamente por haber entendido claramente de qué se trata».
Y se trata, según su análisis, de «un gesto inútil ante los mercados, cabeza de pensionistas en bandeja herodiana, botín apetecible para inducir planes privados de pensiones, campo libre para especuladores financieros».
Todo ello es más grave, a su juicio, teniendo en cuenta que el Gobierno quiere llevarlo a cabo sin diálogo social. «Y piedra de molino al cuello para hundirnos en el abismo», agrega.
«No habrá red, no quedarán alianzas sociales y una terrible soledad será el consuelo de quienes quizá se vean como futuros héroes incomprendidos», advierte el parlamentario socialista.
Después de considerar que «esto no debe ser así y todavía puede no ser así», este diputado por Granada sostiene que aún hay «tiempo para pensar, hablar, pactar y tejer alianzas, incluso para resistir inteligentemente y no sucumbir servilmente».
Con todo, no se muestra muy optimista y teme que el asunto esté «sentenciado» desde que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, «sufrió la ducha fría que le dieron en Davos» el pasado mes de enero.
«Parece que desde entonces está escrito el guión del pensionazo, por más que estemos dando vueltas y vueltas», lamenta Pérez Tapias, y se pregunta por qué este «empeño» y esta urgencia si el propio Zapatero ha dicho en distintos momentos que la reforma de las pensiones no tenía nada que ver con la salida de la crisis.
Incluso, recuerda, en el último Comité Federal del PSOE, el pasado mes de octubre, Zapatero garantizó que la reforma de las pensiones se realizaría en el marco del Pacto de Toledo.
«¿Dónde está la credibilidad? ¿Es que sólo hay que ser creíbles ante quienes llevan la batuta del capital?», interroga Pérez Tapias, y duda también de lo que significa introducir el concepto de «flexibilidad» en la jubilación obligatoria.
Argumenta además que existen «muchas y cualificadas voces» que indican que la reforma de las pensiones no tiene que pasar ahora por incrementar la edad de jubilación.