La alta velocidad ferroviaria entre Madrid y Valencia inicia, el 19 de diciembre, la aventura de unir ambas ciudades, vía Cuenca y Utiel-Requena, en 95 minutos, y crear así, junto con la nueva línea hasta Albacete, una infraestructura que aproxima el Levante español al centro de la Península.
A una velocidad superior a los 300 kilómetros por hora, aunque comercialmente se habla de una media entre 240 y 260 kilómetros por hora, el Talgo-Bombardier 112, desarrollo del modelo 102, conocido popularmente como «pato», por la forma de su cabeza tractora, cubrirá en tan corto espacio de tiempo sus 391 kilómetros de trazado.
El primer tren comercial saldrá de la estación valenciana Joaquín Sorolla, a las 8,00 horas del domingo, mientras que desde Madrid lo hará a las 8,40 horas.
Las previsiones de Renfe son que más de 3,5 millones de personas utilicen anualmente este tren entre Madrid y Valencia, unos 800.000 más que los actuales usuarios del servicio Alaris, que se incrementarán en al menos un millón en todo el Corredor de Levante (conexión con Alicante, Castellón y Murcia).
Los precios marcados por Renfe Operadora van desde los 79,80 euros en turista en cada trayecto, hasta los 31,90 en la tarifa web, pasando por los 47,90, mientras que para el tramo hasta Cuenca, van desde los 38,40 euros hasta los 15,40 euros.
En el caso del Madrid-Albacete, las tarifas van desde los 19,5 euros, 48,9 euros hasta los 48,9 euros.
Con la puesta en marcha de ambos trayectos, Madrid se va a convertir en la capital europea de la alta velocidad ferroviaria, al estar conectada por Ave con 21 ciudades.
Estos primeros tramos que han entrado en explotación comercial, forman parte del denominado Corredor Mediterráneo, que afecta a tres comunidades autónomas: Madrid, Castilla La Mancha y Comunidad Valenciana, con una proyección futura a Murcia.
La alta velocidad llegará a Alicante a través de Albacete en el 2012, y a Castellón, vía Valencia, en el 2014, mientras que posteriormente se integrará en la infraestructura Murcia.
La inversión total prevista por Fomento para el desarrollo de la alta velocidad en este corredor, de 955 kilómetros de trazado, es de 12.410 millones de euros.
La línea de alta velocidad entre Madrid y Valencia tiene una longitud de 391 kilómetros y se ha ejecutado con doble vía de ancho internacional, apta para velocidades punta de 350 kilómetros por hora, y en ella circularán 25 trenes AVE, de los que 18 serán del modelo S-112 de Talgo-Bombardier y los otros siete del tipo lanzadera de la serie 120.
El S-112, del que Renfe ha adquirido 30 unidades por 655 millones de euros, es una evolución del anterior «pato» de Talgo-Bombardier que ha permitido aumentar hasta 365 el número de plazas ofertadas, repartidas en once coches, de los que ocho son de clase turista y tres de clase club, desapareciendo la actual clase preferente.
El tren, de tracción eléctrica cuenta con dos cabezas tractoras y puede alcanzar una velocidad máxima de 330 kilómetros.
Con motivo de la entrada en servicio se ha inaugurado también una nueva terminal en la estación Puerta de Atocha de Madrid, que se convierte en la zona de llegadas de todos los trenes Ave Madrid – Córdoba – Sevilla, Madrid – Córdoba – Málaga, Madrid – Zaragoza – Barcelona, Madrid – Cuenca – Albacete y Madrid – Cuenca – Valencia, mientras que el Madrid-Segovia-Valladolid, lo hace desde la estación de Chamartín.