El líder de ERC, Joan Puigcercós, anunció este sábado que, después del importante retroceso electoral sufrido por su partido en las elecciones catalanas del 28-N, no presentará su candidatura a la presidencia de Esquerra en el próximo congreso previsto para octubre del 2011.
Puigcercós expuso su intención de ‘tirar la toalla’ y no volver a liderar ERC tras el próximo congreso, en el transcurso de la reunión del Consell Nacional que se celebra esta mañana en Barcelona, aunque sí que continuará presidiendo el partido y el grupo en el Parlament hasta que sea relevado por otros dirigentes.
El todavía presidente de ERC fue, sin embargo, ratificado en el cargo este sábado por el Consell Nacional, al votar a favor de su permanencia el 80% de los consejeros (151), frente a un 12% que lo ha hecho en contra (23) y un 7% en blanco (14).
También fue aprobado el documento que contiene la «hoja de ruta» de ERC para los próximos seis meses, que además de contener un análisis sobre las causas por las que este partido perdió la mitad de su electorado y de sus diputados, incluye propuestas para tratar de remontar la tendencia a la baja de cara a las elecciones municipales de mayo del 2011.
«Hoja de ruta»
Aunque en la «hoja de ruta» se aplaza el debate sobre la futura estrategia de ERC hasta el congreso de otoño y se aboga por ‘cerrar filas’ para no proyectar una imagen de partido dividido, el anuncio hecho hoy por Puigcercós abre el debate sucesorio dentro de la organización, por lo que la histórica pugna entre los diversos sectores puede volver a manifestarse.
La renuncia de Puigcercós, no obstante, argumentada por él mismo como fruto de «una reflexión personal», se produce en un momento en el que el sector que lidera es absolutamente mayoritario, y en que el otro sector oficialista, el «carodista», está diseminado y con sus dos principales líderes, Josep Lluís Carod-Rovira y Ernest Benach, apartados de la dirección.
Puigcercós justificó su decisión de no optar a la reelección para facilitar que se abra «una nueva etapa», y explicó que si no se convoca antes el congreso es para garantizar «la estabilidad del partido» y porque «no se puede abandonar la dirección en los momentos más difíciles».
Sobre el debate sucesorio, señaló que trabajará «para que ERC tenga una candidatura unitaria que represente a todos, a los diversos acentos, ya que la diversidad es perfectamente compatible con la cohesión».
«Quiero hacer un relevo tranquilo», señaló, por lo que «estaré atento a los movimientos de todos aquellos que quieran plantear antes de tiempo el congreso, porque ahora no toca».
El Consell Nacional aprobó una remodelación de la ejecutiva para adaptarla a los cambios derivados del próximo pase a la oposición, aunque se mantiene el equilibrio interno entre sectores.
El ex presidente del Parlament Ernest Benach abandona la ejecutiva, mientras que Carod-Rovira lo hará cuando deje de ser vicepresidente en funciones del Gobierno catalán, y Carles Bonet, cuando deje de ser senador.