Juan José Cortés, padre de Mari Luz Cortés, la niña presuntamente asesinada por los hermanos Santiago y Rosa del Valle en enero de 2008, ha asegurado este martes que «tiene muy claro» que no recurrirá la sentencia que la Audiencia Provincial de Huelva emita tras el juicio porque «quiere recuperar su vida».
En una concurrida rueda de prensa el día previo al inicio del juicio contra los dos acusados, Juan José Cortés, quien ha recordado que la familia ha trabajado para conseguir un acuerdo para evitar su celebración que no ha sido aceptado por los acusados, ha abogado por una condena «ejemplar» y ha asegurado que durante la vista «se demostrará que Santiago del Valle es culpable y que tiene que pagar por ello».
En este sentido, ha manifestado que sabe que la Justicia sólo impone una serie de años máximos de condena y que si Santiago del Valle «tuviera que pagar por lo que ha hecho no lo haría ni con su propia vida, porque ha sido mucho el sufrimiento que ha provocado a mi familia, arrancarle la vida a mi hija, y también a todos los ciudadanos de España».
Ha confiado en que las pruebas sirvan además para demostrar la culpabilidad de su hermana y la complicidad de su mujer, Isabel García, que comparecerá como testigo. Sin embargo, ha dejado claro que pase lo que pase y sea cual sea la sentencia la aceptará «con todas las consecuencias», no la recurrirá, porque «la agonía que estamos viviendo no se puede alargar mucho tiempo más».
«Quiero que mis hijos recuperen la vida que le robó Santiago del Valle, quiero recuperar mi vida, aunque ya no seremos los mismos, y quiero que mi familia recupere su vida», ha manifestado, y «si se comete otra injusticia el cuerpo ya está hecho».
Pide calma a los ciudadanos
Sobre el inicio de la celebración del juicio, al que no puede acudir al estar citado como testigo para el día 24 de febrero junto con su mujer, ha señalado que «va a ser muy difícil para todos» pero que van a estar en la Audiencia, aunque sea en la puerta, «no para ver a Santiago, ni para gritarle ni decirle nada sino como padres» porque como tales les «pertenece estar ahí».
Con su talante calmado, Cortés ha deseado que no se produzcan incidentes no deseables, como los que se produjeron en marzo de 2008 en la primera visita de los acusados a la Audiencia, si bien ha indicado que «si hay reacciones que no sean razonables por parte de familiares que se entiendan, no queremos provocar incidentes ni convertir esto en un espectáculo, pero por encima de todo somos padres y se nos puede escapar una palabra o un grito».
Además, ha anunciado que la familia va solicitar que los acusados e Isabel García corran con los gastos que ocasionó la búsqueda de la menor y ha confiado en que las pruebas permitan incorporar otros delitos al de asesinato y abusos sexuales -éste sólo en el caso de Santiago- como es el de secuestro.
El padre de Mari Luz ha calificado de «difíciles» los tres años que han vivido desde que desapareció su hija, llegando incluso a flaquear hasta el punto de pedir su ingreso en un psiquiátrico, sin embargo, ha señalado que cuando pase el juicio «el ciudadano Cortés volverá a la carga con todo, con más fuerza, aunque tenga que recorrerse de nuevo España y mover los cimientos de este país para pedir la cadena perpetua revisable».
En este punto, ha confiado en que «los políticos no permitan que un ciudadano normal y corriente tenga que volver a salir a la calle viviendo todo lo que hemos vivido».
También ha pedido a los medios de comunicación «delicadeza» en el tratamiento de la información, porque quieren recordar a su hija «como se fue, con una sonrisa eterna y con una belleza que rozaba lo celestial».