Un compañero de Santiago del Valle en el instituto San Sebastián, donde se matriculó en un ciclo formativo de Gestión Administrativa tras ser expulsado del Colegio Diocesano, ha asegurado hoy que éste le confesó en una ocasión que «había estado con una chiquilla».
En la tercera sesión del juicio por el caso Mari Luz, este testigo, que en su país de origen, Perú, fue agente de seguridad durante 20 años, se ha referido al comportamiento de Santiago en clase calificándolo de «prepotente y altivo», y ha apuntado que «era raro y no caía bien a nadie» y que «quería dominar a la clase».
Ha señalado que en los descansos, en los que solía unirse a él, cuando veía pasar a chicas que le atraían «se iba y después regresaba al grupo», aunque nunca tuvo ningún altercado. En una ocasión, después de unos días sin asistir a clase, le contó que «había estado con una chiquilla», si bien no le precisó la edad ni él le preguntó más detalles porque los comentarios que hacía «no eran normales».
También ha indicado que tras la desaparición de la pequeña Mari Luz, cuando la Policía acudió al centro a indagar, «todos pensamos en la posibilidad de que pudiera haber sido él».
La hermana de Isabel García
Igualmente ha prestado declaración la hermana de Isabel García, quien ha relatado que desde hace 10 años no tenía relación con ella, concretamente desde que ella y su marido fueron condenados por abusos sexuales a una de sus hijas y le quitaron a sus otros dos hijos.
Desde que desapareció Mari Luz hasta la detención de García y los hermanos Del Valle en Pajaroncillo (Cuenca), se puso en contacto una vez con sus padres y les preguntó si la Policía había llamado preguntando por ellos y les dijo que su marido no tenía nada que ver con lo sucedido.
Cuando ella tuvo conocimiento de esta llamada la puso en conocimiento de la Policía y posteriormente, cuando ingresó en prisión, ella misma tuvo una última conversación con Isabel García, en la que le dijo que «no quería saber nada de ella». También ha indicado que su hermana estaba «algo» influenciada por su marido, «normalmente se hacía lo que él decía».