El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha asegurado este lunes que la comunidad internacional «no tolera ni va a tolerar» las violaciones de derechos humanos del régimen libio y ha instado a Muamar el Gadafi a abandonar su «viaje a ninguna parte».
Zapatero ha sido contundente en su condena a la represión de las revueltas que vive Libia en la rueda de prensa que ha ofrecido en Doha tras reunirse con el emir de Catar, quien, según ha dicho, le ha mostrado su apoyo a los cambios para que el mundo árabe se abra a un tiempo de modernidad.
La comunidad internacional ya no cuenta con Gadafi, según el jefe del Ejecutivo español, que ha respaldado la necesidad de reformas democráticas en Libia y ha defendido el apoyo financiero y económico internacional a los países del Magreb que luchan o han luchado por la libertad, como Túnez, Egipto o Libia.
A su juicio, esas inversiones son necesarias para mejorar sus economías y deberían proceder fundamentalmente del sector privado, de las grandes multinacionales que tienen en estos momentos más recursos que los Estados.
Tras señalar que Catar está dispuesto a seguir ese camino, ha mostrado también la voluntad de España de encauzar inversiones del sector privado hacia la región.
Por su parte, el primer ministro catarí, Hamad bin Jaber Al Thani, ha aconsejado al «hermano Gadafi» dar prevalencia «a la razón y a los intereses» del pueblo, que «ya ha dicho su palabra». A su juicio, todavía no es tarde y «la victoria sería evitar derramar más sangre».
Sobre otras revueltas que sacuden la región, ha destacado el inicio del diálogo en el vecino Bahrein y las medidas que ha adoptado rápidamente Omán, que reflejan, a su juicio, «una firme seria voluntad de responder a las reivindicaciones de la población». Zapatero ha subrayado la creciente importancia política de Catar en el mundo árabe y su cada vez más intensa actividad internacional.
Apoyo al mundo árabe
La ministra de Asuntos Exteriores española, Trinidad Jiménez, dijo este lunes que la comunidad internacional debe apoyar los procesos de cambio que se están produciendo en el norte de África, así como «seguir reaccionando con toda firmeza ante la barbarie de los dirigentes libios».
Jiménez intervino ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en el que aseguró que las transformaciones en la ribera sur del mediterráneo «son fruto de las demandas de los ciudadanos… demandas que son legítimas y deben ser escuchadas».
«La comunidad internacional debe acompañar, con su respaldo político y financiero, estos procesos para que culminen con éxito», señaló. Acerca de la crisis en Libia, Jiménez indicó: «en momentos en que los acontecimientos del norte de África nos traen alarmantes noticias de graves violaciones de los derechos humanos por parte de Libia, quiero insistir en la necesidad de redoblar nuestros esfuerzos en la exigencia del respeto de estos derechos».
«Son violaciones y ataques a la población indefensa que obligan a la comunidad internacional a intervenir con decisión», insistió la ministra, quien pidió que las sanciones probadas el pasado sábado por el Consejo de Seguridad «deben ser aplicadas con todo rigor».
«Los responsables libios de las graves violaciones de los derechos humanos cometidas deben ser llevados ante la Corte Penal Internacional. La comunidad internacional debe seguir reaccionando con toda firmeza ante la barbarie de los dirigentes libios», afirmó.
Numerosos ministros de Exteriores asisten a la sesión de alto nivel del Consejo de Derechos Humanos, muy marcada por la situación en los países árabes y especialmente por la represión en Libia.
Redacción