Jiménez intervino ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en el que aseguró que las transformaciones en la ribera sur del mediterráneo «son fruto de las demandas de los ciudadanos… demandas que son legítimas y deben ser escuchadas».

«La comunidad internacional debe acompañar, con su respaldo político y financiero, estos procesos para que culminen con éxito», señaló. Acerca de la crisis en Libia, Jiménez indicó: «en momentos en que los acontecimientos del norte de África nos traen alarmantes noticias de graves violaciones de los derechos humanos por parte de Libia, quiero insistir en la necesidad de redoblar nuestros esfuerzos en la exigencia del respeto de estos derechos».

«Son violaciones y ataques a la población indefensa que obligan a la comunidad internacional a intervenir con decisión», insistió la ministra, quien pidió que las sanciones probadas el pasado sábado por el Consejo de Seguridad «deben ser aplicadas con todo rigor».

«Los responsables libios de las graves violaciones de los derechos humanos cometidas deben ser llevados ante la Corte Penal Internacional. La comunidad internacional debe seguir reaccionando con toda firmeza ante la barbarie de los dirigentes libios», afirmó.

Numerosos ministros de Exteriores asisten a la sesión de alto nivel del Consejo de Derechos Humanos, muy marcada por la situación en los países árabes y especialmente por la represión en Libia.