El paquete de medidas de ahorro energético aprobado este viernes tendrá un coste de 1.151 millones de euros y permitirá, según el Gobierno, reducir en un 5% las importaciones de petróleo anuales, lo que supone ahorrar en el entorno de los 2.300 millones.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, avanzó que la reducción de la velocidad máxima en autopistas y autovías de 120 kilómetros por hora hasta los 110 kilómetros, una de las medidas de este plan, tendrá vigor durante cuatro meses, hasta el 30 de junio, cuando se evaluará su continuidad.
Por otro lado, Rubalcaba añadió que el Estado está dispuesto a asumir el coste de la rebaja de los billetes de cercanías de Renfe, otra de las iniciativas del plan, en Cataluña y Madrid, comunidades que se niegan a aplicar esta medida de fomento del transporte público para el ahorro energético.
El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes una veintena de medidas con las que tratan de contrarrestar una crisis energética acentuada a raíz de los disturbios en el norte de África que, ha advertido Rubalcaba, podría poner en cuestión la recuperación económica.
No obstante, el Gobierno considera que, con estas medidas, no debería haber problemas de crecimiento y que, por el momento, no se plantea variar la previsión de aumento del 1,3 % del PIB para la economía española en 2011.
El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, apuntó que el plan, con 20 medidas y una campaña de concienciación ciudadana, busca reducir en 28,6 millones los barriles de petróleo que se compran al exterior cada año y en 12,5 millones las toneladas de CO2 que se emiten.
El coste del paquete de medidas, recordó el ministro de Industria, será sufragado en un 80 % por las compañías eléctricas, dentro de la partida de ahorro y eficiencia energética.
Las iniciativas, explicó Sebastián, se dividen en tres grupos: transporte y movilidad, edificación, iluminación y consumo eléctrico.
Entre ellas, destaca el plan de neumáticos, la renovación del sistema de alumbrado público municipal o el establecimiento de una línea ICO para empresas de servicios energéticos (ESE).
El Gobierno aclaró este viernes que descarta limitar el acceso del tráfico al centro de las ciudades o reducir la velocidad en algunas calles de 50 a 30 kilómetros porque no se nota en el consumo de energía, así como que se tenga que recurrir a cortes de suministro.
El plan, subrayó el titular de Industria, responde a una actitud de «responsabilidad y coherencia» ante la escalada del precio del petróleo en las últimas semanas a raíz de los disturbios de Libia, que ha llevado al barril de Brent a rozar los 120 dólares y ha colocado la gasolina en España, por primera vez, por encima de 1,3 euros el litro.
Sebastián recordó que España tiene una dependencia energética del 75 %, mayor que la mayoría de los países europeos, y que cada años se compran 650 millones de barriles.
El ministro de Industria insistió en que, pese a que no hay problemas de suministro, el 12 % del petróleo que se consume en España viene de Libia y el 30 % del gas de Argelia, junto a otras importantes cantidades que pasan por el Canal de Suez.
Añadió que si el precio del barril se mantiene en los niveles actuales, este año el déficit energético podría alcanzar los 46.000 millones.
Recordó que Industria lleva poniendo en marcha medidas de ahorro desde 2004 y que, por ello, se ha logrado reducir la intensidad energética del país (relación entre consumo energético y PIB) en los últimos años, aunque sigue por encima de la otros países europeos.
Con el anterior plan de ahorro de energía, puesto en marcha en 2008, el Gobierno logró reducir en 36 millones los barriles de petróleo importados, el 6 % del total, concluyó Sebastián.