El presidente del PSE-EE-PSOE, Jesús Eguiguren, considera que el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, ha optado en materia antiterrorista por no molestar a la derecha por «falta de valentía». En un artículo que este martes publica el diario El País, Eguiguren asegura que, «por mucho ruido que se haga para ocultarlo, ningún político serio que conozca el País Vasco puede negar que Batasuna ha optado por el adiós a las armas y que eso nos lleva antes que después al fin de ETA».
«Después de décadas en que España ha sufrido por la herida sangrante del País Vasco, ahora que se atisban pasos decisivos en la pacificación, la política española en vez de hacer un ejercicio de responsabilidad y prudencia ante lo que ocurre, está alardeando de la peor política imaginable», afirma en el artículo.
El dirigente socialista denuncia que la derecha parece empeñada «en que la experiencia fracase» y considera que no es por «electoralismo» sino por «falta de patriotismo». «No puedo calificar de otra forma que ante una cuestión de Estado, en vez de callar o ayudar se utilice el tema para las pequeñas miserias de la oposición sin cuartel al Gobierno», continúa.
Eguiguren añade que el Gobierno y el PSOE «no están libres de culpas» y, tras señalar que «arrugarse» o «plegarse ante el ambiente creado por la derecha puede dar una apariencia de consenso que siempre es buena», denuncia que «el actual consenso es falso». Así, dice que es «un consenso negativo» porque «si se acepta lo que dice el PP, bien», pero «si se hace lo que no le gusta, acoso y derribo contra el Gobierno».
Lucha antiterrorista
El presidente del PSE-EE-PSOE denuncia que, en materia antiterrorista, el Gobierno «ha optado por no molestar a la derecha» y dice que lo ha hecho «por falta de valentía». «Esta pasividad no le va a dar más votos, quizá tampoco lo contrario le daría, pero por patriotismo, y aunque cueste más enfrentamientos con el PP, no debería de tolerar sin combatirlo el ambiente mezquino y negativo que va creciendo en España sobre la posible pacificación de Euskadi», manifiesta.
Añade que con la «legitimidad» que le da «ser uno de los más firmes defensores de la Ley de Partidos», ve «una irresponsabilidad» el clima de «alarmismo y presión» al que se está sometiendo a la opinión pública y los tribunales, sobre una posible legalización de Sortu, «sembrando argumentos demagógicos y temores falsos».
«Pero, quizás, lo de menos es la cuestión de la legalización. Lo malo y lo peligroso es la ceguera que se está demostrando ante lo que ocurre en Euskadi y a su izquierda abertzale», agrega el dirigente vasco.
Así, afirma que sólo en España, «a un presidente del Gobierno que apostó por la paz y la va a lograr» no se le reconoce «ni siquiera ese mérito de alcance histórico», sino que «se le descalifica por lo hecho en la legislatura anterior, como si lo que ocurre ahora no fuese una especie de epílogo de lo que ocurrió entonces».
«Las elecciones son una cosa. A veces se ganan y a veces se pierden. Pero las vidas humanas son sagradas y lo primero es lo primero. No seamos unos irresponsables y desaprovechemos la ocasión. Tampoco seamos ingenuos, los que hoy boicotean, mañana serán los abanderados del logro de la paz», concluye Eguiguren.