El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha afirmado este martes que «no esta claro» que la operación militar internacional contra Muamar el Gadafi consiga el objetivo para el que fue diseñada: expulsar al líder libio del poder. En su intervención ante el pleno del Congreso, en el debate para autorizar la participación española en la misión militar de Libia, el presidente de los populares ha dejado claro que «el mundo será mejor si Gadafi se va», pero acto seguido ha manifestado sus dudas sobre un conflicto que corre el riesgo de convertirse en una «guerra civil» y «enquistarse».
Dudas que, como ha dicho Rajoy, tienen que ver con la falta de información sobre quién lidera ahora la operación, con las «disensiones» que ya han surgido, especialmente con la Liga Árabe; y con las imprecisiones sobre si existe «una estrategia de salida» precisamente en el supuesto de que el conflicto en Libia se alargue.
El líder del PP ha expresado su deseo de que todas estas controversias se resuelvan pronto para favorecer el éxito de las actuaciones militares. Con todo, ha hecho hincapié en recalcar que su partido apoya la operación, ante todo porque tiene como fin proteger la libertad y los derechos humanos de los libios.
No sería entendible, según ha explicado, que la comunidad internacional asistiera «impasible» al «desafío» que tiene lugar en la «vecindad del sur del Mediterráneo», donde se violan los derechos humanos o se practican «detenciones arbitrarias».
También el PP respalda la operación porque detrás de ella está la comunidad internacional y porque la decisión de formar parte del operativo encaja en los preceptos constitucionales. «La decisión la ha tomado José Luis Rodríguez Zapatero, y si el Gobierno -como responsable de la política exterior y de defensa- entiende que ahora hay que actuar así, el Partido Popular no se va a oponer», ha asegurado el líder del PP.
Justo después ha recordado que los populares nunca se han opuesto a operaciones de este tipo en ninguno de los Gobiernos de la democracia, y como siempre, según sus palabras, han defendido que haya una «posición común» en todas las situaciones que afecten a los compromisos exteriores de España.
El PP lo que no quiere, ha sentenciado Rajoy, es que se piense en el exterior que la posición de los españoles es cambiante o inestable, de ahí el apoyo a la operación.
Peticiones al Gobierno
Sin embargo, el líder del Partido Popular, antes que solicitar al jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que informe regularmente de la evolución de la operación, ha insistido en destacar algunas «dificultades» de la misión, como las que se derivan de no poder acometer actuaciones terrestres.
O como las que también proceden del plazo «muy limitado» que figura en la resolución de Naciones Unidas para hacer frente a un conflicto que, según ha insistido, puede prolongarse.
Rajoy, precisamente, ha reprochado que dicha resolución se haya retrasado «de forma lamentable» y haya visto la luz sólo gracias a la abstención de «miembros extraordinariamente significativos», en alusión a Rusia, China o Alemania, entre otros.
También ha recordado que sólo nueve países de los veintiocho que forman parte de la OTAN están participando en una operación que, dure lo que dure, conlleva «un gran esfuerzo bélico».
Rajoy ha apuntado que con la previsible aprobación a la operación que dé el Congreso no sólo se comprometen las Fuerzas Armadas, sino toda España, y por tal razón, «debe primar la seriedad y el sentido de la responsabilidad».